SAN ANTONIO, Texas.- Unos 1,300 inmigrantes están en el albergue de Caridades Católicas de la avenida San Pedro, en San Antonio, muchos de ellos luego de haber cruzado la frontera de Texas en caravanas y un viaje de miles de kilómetros que incluye atravesar la peligrosa selva del Darién.
Llegan 1,300 inmigrantes a un albergue de San Antonio; más de 700 dormirán afuera
El albergue de la avenida San Pedro de San Antonio está sin capacidad mientras las personas inmigrantes se instalan tras cruzar la frontera de Texas. Así ha sido el viaje que emprendieron hasta Estados Unidos.


La cantidad de inmigrantes fue confirmada por Caridades Católicas, quienes dicen trabajar 24 horas del día para ayudar a las personas; tan solo este 20 de septiembre, han llegado 600 personas nuevas.
El refugio luce lleno y hay personas instalándose en las partes de afuera.
Algunas de estas personas duermen en el suelo por la cantidad de personas que hay adentro, contaron inmigrantes a Univision San Antonio. Incluso hay niños durmiendo en el exterior.
Unos de ellos se cubren con cartones y otros cargan con mochilas.
Algunos de los países de los que provienen son Venezuela, Colombia y Guatemala. Ellos cuentan que están en el albergue hasta poder encontrar fondos para ir a otros estados del país.
Inmigrantes sienten esperanza antes de cruzar hacia Estados Unidos
En la frontera de Eagle Pass, varios inmigrantes estaban cruzando el Río Bravo este 20 de septiembre con lágrimas en el rostro al acercarse a Estados Unidos.
Mientras entraban al agua, algunas personas iban con niños pequeños en sus hombros para resguardarlos del río.
“Voy a darle un mejor futuro a mis hijos. Algo que no estaban viendo en su tierra. Veían tres veces clases a la semana. Es una emoción tan grande que sentimos en el corazón”, expresó una mujer inmigrante que iba con niños.
Además, también denunciaron malos tratos de autoridades mexicanas.
“Los policías (de México) nos roban los celulares, quieren violar a las mujeres y muchas cosas más. Eso es lo único malo de México, que la inseguridad hasta con los mismos policías está mal, fatal”, dice Víctor, quien estaba por entrar al agua hacia el lado estadounidense.
Otro inmigrante dijo que había caminado desde 7 a 8 horas de Monclova, Coahuila, donde un tren mexicano se detuvo, para lograr alcanzar el último tramo de la frontera.









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