SAN ANTONIO, Texas.— Tres personas vinculadas a una investigación sobre una vivienda que, según las autoridades, funcionaba como casa de seguridad para migrantes indocumentados en el centro-este de San Antonio, fueron arrestadas este fin de semana.
Arrestan 3 y los acusan de operar una red de tráfico de personas en San Antonio
Agentes de la Unidad de Explotación Humana y el alguacil del condado de Bexar arrestaron a Diana Salazar, de 26 años; a Kassandra Sias, de 27; y a Victorino González Ramírez, de 48, tras una investigación que los ubicó recogiendo y alojando a migrantes en una vivienda del centro-este de San Antonio.

La principal detenida fue identificada como Diana Salazar, de 26 años. Investigadores aseguran que la mujer era vigilada desde hace semanas y que fue vista recogiendo a varios inmigrantes en una gasolinera cerca de la interestatal 35 para luego trasladarlos a su domicilio, ubicado en la cuadra 2400 de la calle Seis.

Más tarde, Salazar salió de la vivienda en un vehículo acompañada por un hombre y dos menores; al ser detenida en una parada de tráfico fue arrestada. El acompañante fue identificado como Victorino González Ramírez, de 48 años; intentó huir pero también fue detenido.
Según registros judiciales, González Ramírez quedó en libertad tras pagar una fianza de $20,000 dólares por cargos relacionados con evasión de arresto.
Ese mismo día, un segundo vehículo relacionado con la investigación fue interceptado y en él fue detenida una mujer identificada como Kassandra Sias, de 27 años, quien presuntamente transportaba a otro migrante hacia una posible reubicación.
De acuerdo con los expedientes, las dos mujeres enfrentan cargos por tráfico humano y se les impuso fianzas de $75,000 dólares a cada una.
El operativo estuvo a cargo de Agentes de la Unidad de Explotación Humana, en coordinación con el alguacil del condado de Bexar, y ocurrió el sábado 6 de septiembre, pero fue dado a conocer hasta hoy por las autoridades.
Univision acudió al lugar donde ocurrió la detención y entrevistó a vecinos de la zona, que es residencial y tiene escuelas cercanas.
Elda Santellano, vecina de la zona, opinó que no había presenciado ningún comportamiento extraño por parte de la familia vinculada al domicilio y que ya llevaban varios años viviendo ahí.












