Salt Lake City. Utah. Luego de los señalamientos en contra de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por un presunto sistema manipulado por sus jerarcas y que busca desviar casos de abuso sexual para ser atendidos por abogados privados, exponiendo de nuevo a las víctimas, la institución religiosa con sede en Utah respondió.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días responde señalamientos de presuntos abusos sexuales
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fijó su posición sobre los señalamientos de un presunto sistema que encubre casos de abuso sexual en sus filas, con ayuda de una línea interna de asistencia y abogados privados.


“La Iglesia de Jesucristo cree que el abuso de un niño o de cualquier otro individuo es inexcusable”, señala un comunicado revelado la tarde de este viernes por voceros de la iglesia.
“La línea de ayuda es fundamental para garantizar que se cumplan todos los requisitos legales de una denuncia. Proporciona un lugar para que los líderes locales, que sirven voluntariamente, reciban orientación de expertos para determinar quién debe hacer un informe”.
La respuesta por parte de La Iglesia de Jesucristo resalta que sus sistemas buscan encontrar y ofrecer los recursos necesarios para prevenir, abordar y así alcanzar una denuncia ante cualquier tipo de abuso sexual.
“La historia presentada por algunos medios de comunicación es incompleta y es una grave tergiversación de la Iglesia y sus esfuerzos”.
El detonante de esta situación fue una nota presentada por Associated Press con base en documentos de una demanda de abuso sexual contra un menor de edad en el estado de Virginia.
La historia apunta presuntamente a un padre que le confesó a un sacerdote que abusaba de su hija de tan solo cinco años, ambos miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El sacerdote siguió una política interna y acudió a una línea de apoyo de esta iglesia, la respuesta fue no acudir a la policía ni a los servicios de protección de menores, por lo que todo se mantuvo en secreto.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene su sede principal en Salt Lake City y cuenta con más de 16 millones de fieles en 35 mil congregaciones en 140 países.
















