Viernes de peregrinación desde el amanecer a la Gruta de la Virgen de Lourdes, en Cayey

El alcalde Rolando Ortiz cuenta cómo residentes de diversos pueblos de la Isla peregrinan hasta la Gruta de la Virgen de Lourdes, lo mismo para agradecer sus bendiciones que para rogar por un milagro.

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Con el amanecer del Viernes Santo, decenas de peregrinos se dirigen hacia la Gruta de la Virgen de Lourdes, en Cayey, honrando una tradición que comenzó hace más de 60 años.

La gruta está localizada en la carretera estatal 15, kilómetro 15.5 del barrio Jájome Alto de Cayey, municipio a 45 minutos de distancia en carro de San Juan, capital de Puerto Rico.

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Rolando Ortiz, alcalde de Cayey, dijo a Inter News Service que en el lugar, "hay uno de tantos manantiales de la montaña, de los que no se secan nunca y durante la Cuaresma, pero particularmente en Viernes Santo, en ocasiones de madrugada, la gente llega a pie, desde los barrios de Cayey, Guayama, hasta de San Juan y Ponce. Llegan solos o en grupos, calzados y descalzos, hasta la zona”.

A la gruta no solo llegan los creyentes católicos. Ortiz notó que otras personas madrugan allí, "buscando disfrutar de las brumas mañaneras en esta zona de la montaña boricua".

Gratitud con la Virgen de Lourdes, el gesto que dio origen a esta tradición en Cayey

Según la historiadora Aida Mendoza, el santuario a la Virgen de Lourdes fue mandado a construir sobre el lecho del manantial por una mujer conocida como Enriqueta Calimano.

En el 1936, una de sus hijas estuvo grave de salud, pero se recuperó de una forma inesperada tras pasar un tiempo en la zona. Los Calimano eran oriundos de Guayama y se destacaban como comerciantes, agregó la historiadora Mendoza.

Al ver la increíble recuperación de su hija, Calimano dedicó el santuario a la Virgen de Lourdes que hoy día recibe a los fieles en Puerto Rico.

El encuentro de la niña 'Bernardita' que dio origen a la devoción

De acuerdo con la iglesia Católica, la devoción a la Virgen de Lourdes nació en Francia, en el 1858, cuando una niña de nombre Bernadette Soubirous, 'Bernardita', salió a buscar leña con dos amigas. Como padecía de asma, no pudo cruzar el río Gave, cerca de los Pirineos.

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Mientras sus amigas, que sí cruzaron, buscaban la leña, la Virgen se le apareció a la niña, que se había quedado rezando de rodillas.

Durante 5 meses y en 18 ocasiones la menor reportó la aparición de la Virgen en el mismo sitio. Allí le pidió que fuese a escarbar el suelo de la gruta de Massabielle. De allí saldría agua para beber y bañarse.

Aunque en un principio brotó un líquido cenagoso, se fue transformando en agua limpia y pura que la niña pudo consumir. La Virgen le pidió realizar una capilla allí, a las afueras de la población de Lourdes, en Francia.

Después de una exhaustiva investigación,el Papa IX autorizó la devoción en el 1862. Desde entonces se han reportado cerca de 7,000 milagros tanto en el lugar como de personas que han recibido agua del santuario. La iglesia Católica ha reconocido cerca de 70 de ellos como "intervenciones milagrosas".

Peregrinación de hasta 7 y 8 horas para llegar a la gruta en Cayey

Con esa fe de que así como lo ha hecho con tantos alrededor del mundo, la Virgen de Lourdes responda a sus ruegos, decenas de personas peregrinan en Puerto Rico desde lugares distantes a Cayey.

El alcalde Rolando Ortiz contó que "algunos caminan hasta siete u ocho horas desde los barrios de Guayama, pero nunca en soledad, porque a las orillas de la carretera siempre hay vecinos que ofrecen agua, frutas o alguna merienda. Y se hace voluntariamente, siguiendo quizá el consejo bíblico de ofrecer ayuda al necesitado”.

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