ORLANDO, Florida.- Ante el cierre del gobierno federal, cientos de familias del condado Osceola enfrentan una situación crítica por la posible suspensión de los beneficios del programa de asistencia alimentaria SNAP. La reducción de fondos ha dejado a muchas personas sin recursos suficientes para cubrir su canasta básica, por lo que organizaciones locales han intensificado sus esfuerzos para llevar comida directamente a los hogares más afectados.
Osceola Response Team reparte comida a quienes pierden ayuda del programa SNAP
La demanda de ayuda ha aumentado desde octubre, con filas de hasta 60 personas diariamente. No se requiere estatus migratorio para recibir apoyo en los diez puntos de distribución del condado.

Una de estas iniciativas es liderada por Osceola Response Team, una organización sin fines de lucro que desde finales de octubre ha visto aumentar significativamente la demanda de ayuda. Sus voluntarios recorren distintas zonas del condado, e incluso llegan a comunidades del condado Polk, entregando alimentos casa por casa.
“Estamos viendo familias que dependen no solo de un cupón de alimentos, sino de tres o cuatro. Cuando se los quitan de un momento a otro, enfrentan una crisis porque no tienen dinero”, explicó uno de los coordinadores del programa. Según datos locales, una de cada ocho personas en la región recibe asistencia del programa SNAP, lo que refleja el alcance del problema.
El impacto es visible cada mañana en los puntos de distribución, donde se forman filas de entre 50 y 60 personas buscando alimentos. “Cuando no tienes esa ayuda, estás en problemas. Lo que vemos todos los días aquí son familias angustiadas tratando de no quedarse sin comer”, comentó un voluntario del centro comunitario.
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Osceola Response Team opera actualmente en diez locaciones distribuidas por todo el condado, incluida su despensa principal en 1032 Main Street, en la ciudad de Kissimmee. La organización aclara que no es necesario contar con un estatus migratorio específico para recibir apoyo, y también invita a quienes puedan hacerlo a realizar donaciones.
Los organizadores temen que la situación se agrave durante noviembre si los fondos federales no se restablecen, pero aseguran estar preparados para continuar ayudando con el respaldo de la comunidad y las donaciones locales.
“Este esfuerzo es el reflejo de una comunidad unida que no deja a nadie atrás”, concluyó una de las representantes de la organización, mientras voluntarios descargaban cajas de alimentos para la siguiente jornada de reparto.
En medio de la incertidumbre y la crisis alimentaria, la solidaridad de Osceola se ha convertido en un ejemplo de apoyo mutuo para las familias más vulnerables del centro de Florida.























