"Su muerte no puede ser en vano”: desgarrador video de la jueza Esther Salas sobre el asesinato de su hijo

La jueza federal relata entre lágrimas el atentado que cobró la vida de su hijo y dejó herido a su esposo. "El monstruo sabía dónde vivía y a qué iglesia asistíamos. Tenía un expediente completo sobre mí y mi familia" declara Salas, quien exige mayor protección para los jueces y sus familias.

Video Rompe silencio la jueza federal cuyo hijo fue asesinado a tiros en su hogar de Nueva Jersey

NUEVA JERSEY. –– La jueza federal Esther Salas habló en un emotivo vídeo el lunes, justo dos semanas después del atentado que cobró la vida de su hijo y dejó a su marido herido en un hospital.

En el video de 9 minutos, la jueza relata el horrible incidente entre lágrimas. Cuenta que ella y su hijo Daniel acababan de celebrar su vigésimo cumpleaños cuando el asesino llegó a la puerta de su casa.

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"Estábamos platicando, como siempre lo hacíamos", dijo la jueza. “Y Daniel dijo, 'Mamá, sigamos hablando. Me encanta hablar contigo, mamá’. Y fue en ese preciso momento que sonó el timbre de la puerta. Y Daniel me miró y dijo: '¿Quién es?'. Y antes de que pudiera decir una palabra, subió corriendo las escaleras. En segundos, escuché el sonido de las balas y alguien gritó "¡no!".

"Daniel, siendo Daniel, protegió a su padre", continuó. "Y recibió la primera bala del tirador directamente en el pecho. El monstruo entonces vuelve su atención a mi marido. Y comenzó a disparar a mi marido".

El joven murió y su padre, Mark Anderl, resultó gravemente herido en el ataque.

De acuerdo con las autoridades, el asesino, Roy Den Hollander, buscaba asesinar a la jueza Salas cuando atacó a su familia haciéndose pasar por un conductor de FedEx. El sospechoso también había recopilado información sobre una docena de juezas, según reportó la agencia AP.

Hollander, de 69 años, también disparó y mató a su colega Marc Angelucci en California días antes de que atacara a la familia de la jueza federal.

Más tarde fue encontrado muerto por suicidio en un coche en Catskills, Nueva York.

En su declaración, Salas pide que se tomen medidas para resolver la falta de privacidad de los jueces federales. Señaló que servir como juez implica "tomar decisiones difíciles" que a veces dejan a la gente molesta, pero dijo que los jueces no deberían tener que padecer temor por su vida.

La jueza dijo que el libre flujo de información de Internet permitió al asesino encontrar datos personales.

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"En mi caso, el monstruo sabía dónde vivía y a qué iglesia asistíamos. Tenía un expediente completo sobre mí y mi familia. Por el momento no hay nada que podamos hacer para detenerlo, y eso es inaceptable", dijo la jueza Salas. "La muerte de mi hijo no puede ser en vano, por lo que ruego a los que están en el poder que hagan algo para ayudar a mis hermanos y hermanas en el banquillo".

Salas dijo que no sabe cuál era la mejor manera de proteger la privacidad de los jueces y pidió un diálogo nacional para resolver la cuestión.

"Permítanme ser clara y decirles en primer lugar que esto es un asunto de vida o muerte. Y no podemos quedarnos sentados y esperar a que ocurra otra tragedia", dijo.