Los hijos del 11 de septiembre: aunque no conocieron a sus padres, siguen sus huellas con devoción

No es una exageración decir que la vida de todo estadounidense se impactó de una manera o de otra con los ataques terroristas del 11 de septiembre. Pero de una mayor manera, la de los hijos del 11 de septiembre. Algunos de ellos ni siquiera había nacido, sin embargo, aunque no conocieron a sus padres, o no los conocieron bien, algunos son una réplica de ellos. Y no estamos hablando solo de su físico.

Entre las 2,753 víctimas que fallecieron en los ataques terroristas del 11 de septiembre, estaban los esposos de varias docenas de mujeres embarazadas. En el primer año de la tragedia, nacieron 60 de sus hijos, asegura la periodista Diane Sawyer, quien por veinte años ha realizado varios programas televisivos con ellas y con sus hijos. En total se cree que más de 3,000 niños perdieron a uno de sus padres en esos ataques.

Uno de los hijos del 11 de septiembre que decidió seguir las huellas de sus padres fue el de Scott A. Larsen, quien murió tratando de salvar la vida de los sobrevivientes de la primera torre. Su misión era llegar al piso 78, pero la torre colapsó. Su esposa dio a luz a su cuarto hijo el 13 de septiembre. Le puso August. También tenía tres niños más: Marisa de 9, Brenda de 8 u Scott de 5. Este último, además de ser el vivo retrato de su padre, heredó la vocación de salvar vidas y hoy trabaja en la misma estación de bomberos para la que su papá dio la vida.

“Hombres maravillosos han pasado por aquí”, asegura con orgullo Larsen. “ Grandes hombres han trabajado aquí. Quiero seguir su legado y dar lo mejor de mi mismo cada día, con la esperanza de que se sienta orgulloso de mí”.

Ese mismo deseo, hacer que su padre se hubiera sentido orgulloso de ella, es la misma fuerza que impulsa a Jillian Suárez, la hija de Ramón Suárez, quien salvo la vida de dos mujeres en ese siniestro. Hay videos que muestran cómo salió dos veces del edificio en llamas auxiliando a las dos víctimas. Incansable, entró por tercera vez al edificio, pero no volvió a salir.

Jillian Suarez tenía 9 años en ese entonces. Los videos de la pequeña asistiendo a las honras fúnebres que se le dieron a su papá en Nueva York, le dieron la vuelta al mundo. Ella llevaba el sombrero de policía de su papá. Desde entonces supo, que quería seguir sus huellas con devoción.

Elegí mi carrera por él, dijo en una actividad de la organización 09/11. “Quiero decir, lo hice por él. Quería seguir sus pasos. Como dijo mami, soy como él. Si la gente me necesita, dejaré de hacer cualquier cosa para ayudarla. No me importa lo que sea. Supongo que solo estoy siguiendo sus pasos y no me di cuenta hasta ahora”.

Cuando Jillian Suárez se graduó de policía, en abril de 2018, NYPD compartió esta foto de ella en su página de Facebook con este mensaje:

Este dice: “ Conozca a Jillian Suárez, hija del oficial de policía Ramón Suárez, quien fue asesinado el 11 de septiembre mientras rescataba a víctimas atrapadas en el World Trade Center. El jueves pasado, Jillian estuvo hombro a hombro con 270 reclutas de la policía mientras tomaban el Juramento de Honor en la Academia de Policía.

El mensaje concluye diciendo: “Aunque Jillian tenía solo nueve años cuando perdió a su padre, su pasión por ayudar a los demás la inspiró a seguir sus pasos. Al graduarse de la Academia de Policía, Jillian espera llevar el escudo de su padre y, con él, un profundo sentido de orgullo como propósito”.

Los casos de Suárez y Larson son apenas dos ejemplos de los muchos hijos del 11 de septiembre que aunque no conocieron bien a sus padres, siguen sus huellas con devoción. En el 2018, la clase de la Academia FDNY, t uvo a 13 miembros, 12 hombres y una mujer, cuyos padres bomberos fueron asesinados el 11 de septiembre.

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