Trump asegura la presidencia con victoria clave en Carolina del Norte

Donald Trump logró el martes una histórica victoria al ganar las elecciones presidenciales, convirtiéndose en el presidente 47 de Estados Unidos tras vencer a la demócrata Kamala Harris. Este triunfo marca un regreso histórico a la Casa Blanca, un logro que ningún expresidente había alcanzado en 130 años.

Trump, quien ya había sido presidente entre 2017 y 2021, se convierte en el único mandatario en la historia reciente en regresar a la presidencia tras haber perdido la reelección.

El expresidente se alzó el martes con una crucial victoria en Carolina del Norte, un estado clave en su camino hacia la Casa Blanca, complicando las posibilidades de Kamala Harris de alcanzar los 270 votos electorales necesarios para asegurar la presidencia.

Su victoria pone fin a meses de campaña electoral en la que las encuestas mantenían un empate técnico, especialmente después de que Harris sustituyera al presidente Joe Biden como la nominada demócrata.

Además de este hito, Trump asume la presidencia con varios asuntos pendientes en los tribunales, algunos de los cuales podrían desaparecer bajo su gobierno al tomar control del Departamento de Justicia.

A lo largo de su campaña, el expresidente mantuvo una competitividad constante, incluso cuando las probabilidades parecían inclinarse en su contra, especialmente tras la nominación de Harris. Con esta victoria, Trump se asegura no solo su regreso a la Casa Blanca, sino también un capítulo controversial y sin precedentes en la historia política estadounidense.

El expresidente dedicó los últimos tres días de su campaña a intensas visitas en Carolina del Norte, buscando movilizar a sus simpatizantes y asegurar el estado.

Mientras tanto, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, que aspiraba a voltear el resultado, se vio obligada a redirigir su estrategia hacia el "muro azul" de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, estados donde la campaña de Harris considera que aún tienen una oportunidad clara, según un memorando interno obtenido por Associated Press.

Resultados pendientes

Los ojos del país también estuvieron puestos en otros estados decisivos, como Pensilvania, Georgia, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada.

A pesar de que las urnas se habían cerrado, los resultados allí eran aún demasiado ajustados como para declarar un vencedor.

En la región oeste, las filas de votantes continuaban creciendo, sumándose a los 84 millones de estadounidenses que emitieron su voto anticipadamente.

Trump, además de ganar Carolina del Norte, se llevó la victoria en Florida, un estado que ha mostrado una inclinación republicana cada vez más fuerte.

Sumó también a su lista estados tradicionalmente conservadores como Texas, Carolina del Sur e Indiana.

Por su parte, Harris capturó bastiones demócratas como Nueva York, Massachusetts e Illinois.

La vicepresidenta enfrentó un desafío particular: el apoyo de los votantes negros y latinos hacia los demócratas mostró una leve disminución en comparación con 2020, mientras que Trump logró atraer un apoyo ligeramente mayor en estos grupos, según reveló la encuesta AP VoteCast.

Para muchos de los seguidores de Harris, la protección de la democracia fue un tema crucial, destacando el éxito de su estrategia de advertir sobre los peligros de un segundo mandato de Trump.

Sin embargo, la división del país es palpable: mientras los votantes demócratas expresaron su preocupación por la democracia y los derechos civiles, los simpatizantes de Trump se concentraron en temas como la inmigración y la inflación, reflejando las prioridades repetidas del expresidente durante su campaña.

En otro revés para los demócratas, los republicanos se acercaron a recuperar el control del Senado.

Bernie Moreno, un aliado de Trump, ganó un escaño en Ohio, mientras que Jim Justice se llevó otro en Virginia Occidental, ambos desplazando a demócratas veteranos.

Un proceso electoral bajo la lupa

A lo largo de la jornada electoral, el proceso fue mayormente fluido, aunque no faltaron informes aislados de problemas técnicos y largas filas.

Las autoridades federales y locales reforzaron las medidas de seguridad, anticipando posibles desafíos legales y, en el peor de los casos, violencia, dada la tensa atmósfera electoral.

Tanto Trump como Harris mantuvieron una agenda activa hasta el último momento. Trump, desde Palm Beach, Florida, se mostró optimista y agradeció a sus colaboradores en una oficina de campaña.

Por su parte, Harris, que pasó por la sede del Comité Nacional Demócrata en Washington, animó al personal y mostró una actitud positiva, llevando incluso una caja de Doritos, su merienda favorita.

A medida que la noche avanza, la tensión aumenta. Trump insistió en que aceptaría los resultados si la elección era "justa", aunque evitó referirse a la violencia. El recuerdo del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 sigue fresco, y muchos temen una repetición de esos eventos.

Para Harris, que busca ser la primera mujer negra y de ascendencia surasiática en ocupar la presidencia, esta elección representa una oportunidad histórica. Pero también lo es para Trump, quien podría convertirse en el primer presidente en regresar al poder después de una derrota y el primero con una condena penal ocupando la Oficina Oval.

Mientras tanto, los votantes también decidieron sobre medidas cruciales en varios estados, desde el control del Congreso hasta derechos sobre el aborto. Florida, por ejemplo, rechazó una medida que habría protegido el derecho al aborto en la constitución estatal, lo que demuestra la polarización del país. Las próximas horas, y posiblemente días, determinarán quién guiará al país en los años venideros.

Con información de AP

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