Personas transgénero en Texas enfrentan nueva ley que limita el uso de baños públicos

La “Women’s Privacy Act”, firmada por el gobernador Greg Abbott, obliga a personas transgénero en Texas a usar baños según su sexo biológico en escuelas y edificios públicos. Entra en vigor el 4 de diciembre y contempla multas de hasta 125 mil dólares.

Video Abbott firma ley que afecta a personas transgénero: serán obligadas a usar baños por sexo biológico

DALLAS, Texas. Lo que para muchos es un acto rutinario, entrar al baño de la escuela, de la universidad o de la oficina, para personas como Liam González se podría convertir en un momento de tensión.

A partir del 4 de diciembre de 2025, cuando entre en vigor la nueva ley Women’s Privacy Act (SB-8) firmada por el gobernador Greg Abbott, Liam ya no podrá usar el baño que corresponde con su identidad de género, sino aquel marcado por su sexo biológico al nacer.

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Qué dice la nueva ley

La SB-8 prohíbe que las personas transgéneros utilicen baños, vestidores o regaderas en escuelas, universidades y edificios públicos según su identidad de género.

La disposición obliga a que se usen únicamente conforme al “sexo biológico”.

El alcance es amplio: cubre desde escuelas hasta prisiones y refugios de violencia doméstica que reciben fondos estatales.

No aplica a restaurantes, tiendas u otros negocios privados.

El impacto en la vida cotidiana

Para Liam, un joven transgénero que vive en Dallas, la nueva regla lo pone en una situación que describe como incómoda y humillante.

Yo no entro al baño a faltarle el respeto a nadie, voy a lo que voy. Pero esta ley básicamente nos obliga a entrar a ciertos baños según nuestro sexo biológico”, explica.

Multas y sanciones

Las sanciones son severas y van dirigidas a las instituciones:

  • $25,000 por la primera violación.
  • $125,000 sí reinciden.

Cada día de incumplimiento cuenta como una nueva falta.

Cualquier persona podrá denunciar, siempre que antes haya enviado una notificación escrita a la institución y esperado tres días hábiles para que corrija.

Si no lo hace, el caso puede escalar al Fiscal General de Texas, Ken Paxton, que está facultado para demandar.

No habrá multas a personas, pero la presión recaerá sobre escuelas, universidades y agencias públicas, que deberán decidir cómo controlar el acceso a los baños.

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Excepciones y dudas

Hay excepciones claras: niños de hasta 9 años acompañados, personal de limpieza y mantenimiento, policías y emergencias médicas.

También se permite el uso de baños unipersonales o familiares.

Sin embargo, las dudas podrían abundar: ¿cómo se hará cumplir en una escuela de miles de estudiantes?, ¿qué pasa con empleados transgénero en oficinas públicas?, ¿qué ocurre en refugios de mujeres cuando una persona transgénero busca protección?

Las voces enfrentadas

Quienes apoyan la ley, como líderes conservadores y pastores, dicen que se trata de proteger la privacidad y seguridad de mujeres y niñas.

“Mi esposa, mi hija, mis nietas no deberían tener que mirar por encima del hombro”, comentó un pastor en Austin.

Del otro lado, organizaciones como Equality Texas y Texas Latino Pride señalan que esta norma convierte a cualquier persona en “policía de baños” y pone en riesgo a la comunidad LGBTQ+.

“No estamos avanzando, estamos retrocediendo”, advierten.

Texas se convierte en el estado número 20 con leyes de este tipo.

En la práctica, la vida de miles de personas se volverá más complicada:

  • Estudiantes que tendrán que justificar a qué baño entran.
  • Trabajadores que enfrentarán reglas distintas según dónde laboren.
  • Sobrevivientes de violencia que podrían no tener un refugio seguro.

De aquí a diciembre, las escuelas y oficinas públicas deberán ajustar señalización, protocolos y capacitar a su personal.

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Para Liam, la esperanza es simple: “Que nos dejen vivir con dignidad y respeto, como cualquier otra persona”.