La isla de 11 millones de habitantes quedó sumida en la oscuridad el martes por la noche, tras el paso del huracán Ian. Al día siguiente, la electricidad se restableció en algunas partes pero muchas áreas han seguido sin servicio. Internet también se ha cortado. Ante la presión, el gobierno cubano hizo una inusual petición de ayuda a la Casa Blanca el viernes.