LOS ÁNGELES, California.- Rafael Reyna, un padre de cuatro hijos que recibió una brutal golpiza durante un partido de los Dodgers, logró un acuerdo con el equipo cinco años después del incidente.
Fanático estuvo "entre la vida y la muerte" tras ser golpeado en un partido de los Dodgers: cinco años después logró un acuerdo
Rafael Reyna, un padre de cuatro hijos, fue atacado en uno de los estacionamientos del estadio de los Dodgers, debatiéndose entre la vida y la muerte. Cinco años después se logró un acuerdo.

Lo anterior fue anunciado mediante un comunicado, en el que se especificó que la jueza del Tribunal Superior Anne Hwang declaró el 1 de agosto que el caso estaba resuelto, luego de que los abogados de Rafael Reyna presentaron documentos judiciales ante Los Ángeles, aunque no se divulgaron los términos del acuerdo.
El juicio se había fijado para el 23 de septiembre, en la demanda de Reyna se alega negligencia, responsabilidad del local, agresión, agresión e imposición intencional de angustia emocional.
Tanto Christel Reyna, esposa del afectado, y la víctima mantuvieron que la iluminación en el estadio era deficiente y faltaba seguridad en el juego. Por su parte, los abogados de la pareja sostuvieron en sus documentos judiciales anteriores que la tasa de criminalidad en el Dodger Stadium supera la de cualquier otro estadio de las Grandes Ligas.
Y es que en 2004 se redujo la seguridad en el estadio posiblemente debido a los problemas financieros del ex propietario Frank McCourt, y en 2008, los Dodgers comenzaron a depender únicamente de guardias de seguridad uniformados con polos, sin ningún agentes de policía del Departamento de Policía de Los Ángeles, según alega la demanda presentada en abril de 2020.
El ataque en el estadio de Los Dodgers
Rafael Reyna fue atacado después de ver a los Dodgers jugar contra Arizona Diamondbacks el 29 de marzo de 2019, según la demanda. El juego duró 13 entradas y terminó poco antes de la medianoche, según la denuncia.
Después del partido, Reyna se dirigió a uno de los estacionamientos para alcanzar su auto y llamó a su esposa para informarle que estaba a punto de retirarse.
Pero fue alcanzado por unas cinco personas y golpeado violentamente, haciéndolo colapsar sobre el asfalto del estacionamiento, golpeándose la cabeza, por lo que sufrió una fractura de cráneo y estuvo en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte.
La agresión devastó a la familia, pues el hombre es padre de cuatro hijos y su esposa no sabía cómo explicarle la situación a los menores.
El Departamento de Policía de Los Ángeles, informó en aquel momento que el suceso fue reportado por un testigo al personal del estadio, quienes de inmediato enviaron médicos para proporcionar asistencia mientras llegaba la ambulancia.
No es la primera vez que ocurre un suceso así, en 2011, Bryan Stow, un fanático de los Gigantes de San Francisco, fue atacado en uno de los estacionamientos del Dodger’s Stadium.
Un jurado del Tribunal Superior de Los Ángeles otorgó en 2014 alrededor de $ 18 millones en daños a Stow, al tiempo que atribuye el 75% de la responsabilidad a sus dos agresores que lo golpearon hasta dejarlo en coma, 25% para el equipo y ninguno para el ex propietario de los Dodgers, Frank McCourt.







