En Thousand Oaks, en el Condado de Ventura, las autoridades recibieron una denuncia que parecía una broma. Una cobra rondaba el vecindario y no era la primera vez: se alertaba de una posible violación a la tenencia de animales peligrosos. Cuando fueron inspeccionar se llevaron la sorpresa de su vidas, pues en una casa había decenas de reptiles y serpientes venenosas, un atentado a la salud pública de todos los vecinos del área residencial.