El calor este verano en Phoenix es incómodo y peligroso. Durante el día las temperaturas llegan a los 120 F y pueden mantenerse sobre el triple dígito hasta casi la medianoche. El viento se siente como una secadora soplando aire caliente en el rostro y conducir un vehículo es como manejar un horno. Mantenerse fresco en Arizona es una lucha que nunca termina.