Menor de California con muerte cerebral es despedida con honores tras donar sus órganos
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Luego de recoger a sus niños de la escuela el miércoles 7 de agosto, Hanah Salazar quería sorprenderlos. Planeó llevarlos a comer helado, pero a mitad de camino un automóvil que no respetó la señal de detenerse, impactó con el KIA Sedona que transportaba a los cinco hijos de la mujer. Tras el choque, ocurrido en una peligrosa intersección en el condado de Tulare, California, la madre se percató que su hija mayor de 10 años no reaccionaba.
Aunque la propia madre le brindó los primeros auxilios y le practicó respiración cardio-pulmonar (CPR, por sus siglas en inglés), según declaraciones emitidas a la cadena ABC, la niña fue diagnosticada horas después por los médicos del Hospital Valley Children con muerte cerebral.
Francine Salazar de 10 años debía iniciar el año escolar este miércoles. No obstante, la imprudencia del conductor que no respetó el signo de STOP truncó su futuro y el de su familia para siempre.
Le arrebataron la vida a su hija, pero la familia decidió donar sus órganos y así extender de algún modo la vitalidad robada de Francine, en el cuerpo de otra persona.
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