La reina Isabel II visitó Chicago durante el verano de 1959: “fue inolvidable”, dijo la monarca
Chicago fue la única ciudad en Estados Unidos que visitaron durante su tour por Canadá en el verano de 1959 en un viaje de 15 mil millas y un recorrido por los Grandes Lagos. Durante 14 horas en Chicago, un 6 de julio, recorrieron el Navy Pier, las calles State y Michigan y la fuente Buckingham. Para la reina Isabel II fue “un día inolvidable”, según historiadores.
La pareja real estaba celebrando la apertura de la vía marítima de St. Lawrence, que permite a las personas llegar a Chicago desde el Océano Atlántico. Esta visita real marcó la primera vez que un monarca británico reinante visitó Chicago y la única vez que la Reina Isabel II y el príncipe Felipe estuvieron en la ciudad de los vientos.
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Según el Chicago Tribune, el príncipe Felipe aseguró que el panorama de la ciudad de Chicago “era el más hermoso que jamás había visto en su vida”. Isabel II llegó en barco y desembarcó en un puerto especialmente construido cerca de la fuente Buckingham, un lugar que hoy en día se conoce como “Queen’s Landing” en su honor.
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Cerca de 2 millones de personas, se reunieron a lo largo y ancho del centro de Chicago para su recibimiento y el del príncipe Felipe. Y aunque la visita solo duró 14 horas fue un espectáculo para los residentes. No se revelaría hasta más tarde que la reina estaba embarazada al momento de la gira de su tercer hijo el Príncipe Andrés.
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La pareja fue recibida por el entonces alcalde Richard J. Daley y el gobernador William Stratton entre otros funcionarios locales y del estado de Illinois. El dúo también se detuvo en el Instituto de Arte de Chicago antes de dirigirse al Hotel Drake, donde la reina se hizo cargo de la Suite Sapphire para reunirse con los líderes locales y la mayoría de los hijos del alcalde Daley.
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Según medios locales, el clima en Chicago en el día de la visita real fue descrito como “el día más hermoso, más claro, más brillante y más maravilloso de toda la gira”.