DALLAS, Texas. En un paso significativo para la ciudad de Dallas, los votantes aprobaron una propuesta impulsada por una petición para despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de marihuana.
Cuando Dallas votó “sí” al cannabis y la Propuesta R: ¿Qué podrá o no hacer la policía?
Dallas se convierte en una de las mayores ciudades de Estados Unidos en despenalizar la posesión de hasta cuatro onzas de cannabis. La Propuesta R, respaldada por la mayoría de los votantes, prohíbe a la policía realizar arrestos o usar el olor a cannabis como causa probable en investigaciones menores, promoviendo el uso eficiente de recursos.
La propuesta, conocida como Propuesta R, recibió un amplio apoyo, con aproximadamente 228,979 votos a favor y 113,276 en contra. Esta medida enmienda la carta magna de la ciudad, convirtiendo a Dallas en una de las ciudades más grandes de Estados Unidos en adoptar la despenalización de la posesión de cannabis.
Nuevo enfoque en Dallas para casos de marihuana: Sin arrestos ni citaciones por posesión personal
La medida, promovida por la organización progresista Ground Game Texas, propone un cambio en el enfoque de la ciudad sobre la aplicación de la ley en relación con la marihuana.
Si se lleva a cabo completamente, el Departamento de Policía de Dallas ya no podrá arrestar ni emitir citaciones a las personas sorprendidas con hasta cuatro onzas de marihuana.
Sin embargo, existen excepciones: La policía podrá realizar arrestos en casos relacionados con investigaciones de delitos mayores, particularmente aquellos vinculados a crímenes violentos o narcotráfico a gran escala.
Además, la propuesta prohíbe que el olor a marihuana se utilice como causa probable para realizar registros o incautaciones, una práctica que ha sido un punto de controversia durante años.
Defensores de la Propuesta R abogan por un uso eficiente de los recursos policiales
Los partidarios de la Propuesta R, incluidos la directora de campo de Ground Game Texas, Natalie Marquez, argumentan que esta nueva política no solo contribuirá a la justicia social, sino que también resultará en un uso más eficiente de los recursos públicos.
Marquez subrayó que las prácticas actuales de aplicación de la ley sobre la marihuana, especialmente cuando se trata de pequeñas cantidades, desvían la atención de prioridades más graves.
"Este cambio nos da la oportunidad de priorizar los fondos y recursos de la ciudad para necesidades de seguridad pública más urgentes", comentó para ABC.
Exjefe de la policía de Dallas advierte sobre riesgos para la seguridad pública en la Propuesta R
A pesar de la recepción positiva de los partidarios, la medida ha generado debate. El exjefe de policía de Dallas, Eddie Garcia, crítico de la propuesta, expresó su preocupación por el posible impacto negativo en la seguridad pública.
“En mis 32 años en la aplicación de la ley, en mi opinión, esto podría llevar a un aumento de las ventas ilegales y al deterioro de la calidad de vida en ciertas áreas de nuestra ciudad”, advirtió Garcia en agosto, durante una intervención ante el concejo municipal, indica ABC.
Texas, que aún no ha legalizado la marihuana para uso recreativo, ha visto una variedad de políticas en relación con la aplicación de la ley sobre el cannabis.
Si bien el estado cuenta con un programa de marihuana médica, la posesión de marihuana para fines recreativos sigue siendo ilegal.
La aprobación de la Propuesta R marca un giro en la política de marihuana de Dallas
A principios de este año, el Fiscal General de Texas, Ken Paxton, demandó a cinco ciudades, incluyendo Denton, en respuesta a los esfuerzos locales por despriorizar la aplicación de las leyes sobre marihuana en casos de delitos menores.
La aprobación de la Propuesta R representa un cambio en la postura de Dallas respecto a la aplicación de la ley sobre la marihuana, alineando a la ciudad con otras grandes urbes de EE. UU. que han adoptado pasos similares.
Según la nueva política, la posesión de hasta dos onzas de marihuana seguirá siendo un delito menor de Clase B, con penas de hasta 180 días de cárcel y multas de hasta $2,000.
La posesión de entre dos y cuatro onzas continuará siendo un delito menor de Clase A, con penas de hasta un año de cárcel y multas de hasta $4,000.
Sin embargo, siempre y cuando la posesión no forme parte de una investigación de un delito mayor, las personas sorprendidas con pequeñas cantidades de marihuana no serán arrestadas ni citadas.
La aprobación de la Propuesta R: ¿Avance en justicia social o riesgo para la seguridad de Dallas?
Con la aprobación de la Propuesta R, Dallas se une a la creciente tendencia de ciudades de EE. UU. que están reevaluando su enfoque hacia la aplicación de la ley sobre la marihuana, lo que refleja un cambio más amplio en la opinión pública sobre las políticas del cannabis.
Para quienes apoyan la reforma, esta nueva medida podría representar una victoria para la justicia social y una asignación más pragmática de los recursos de la policía.
Para los críticos, podría plantear preocupaciones sobre las posibles consecuencias para la seguridad pública y el bienestar de la comunidad.
Los próximos pasos para la propuesta implicarán su implementación oficial dentro del marco legal de la ciudad.
A medida que la ciudad avanza, el debate sobre la política de marihuana en Texas sigue en curso, y la Propuesta R se perfila como un momento clave en la discusión en evolución.
La evolución de la legalización de la marihuana en Estados Unidos
De la criminalización a la despenalización: La historia de la marihuana en Estados Unidos está marcada por un giro de ser una planta utilizada sin mayor controversia en el pasado a convertirse en uno de los temas más debatidos y legislados de las últimas décadas.
Desde su criminalización en la década de 1930 hasta la expansión de su legalización en múltiples estados, el camino hacia la marihuana legal ha sido largo y lleno de transformaciones sociales y políticas.
La Criminalización y el Nacimiento de la "Guerra contra las Drogas": Todo comenzó con la "Marihuana Tax Act" de 1937, una ley que, bajo el mandato de Harry Anslinger, impulsó la criminalización de la planta en Estados Unidos.
Anslinger, primer comisionado de la Oficina Federal de Narcóticos, basó su campaña en prejuicios raciales y xenofóbicos, enfocándose especialmente en la comunidad mexicana y afroamericana, señalan sus retractores de la época.
L a marihuana se vinculó con la criminalidad y el desorden social, aunque su uso recreativo era entonces marginal. Con el paso de los años, la prohibición se intensificó.
De la criminalización a la reforma: La historia de la marihuana en Estados Unidos
La creación de la Ley de Sustancias Controladas en 1970 colocó a la marihuana en la misma categoría que otras sustancias peligrosas, como la heroína.
A finales de los 70 y durante los años 80, la "guerra contra las drogas" del presidente Nixon llevó a un endurecimiento de las leyes, resultando en un aumento significativo de las penas por posesión y tráfico, y en una escalada de la encarcelación de personas por delitos relacionados con el cannabis.
El primer paso hacia la despenalización: A pesar de la fuerte criminalización, los años 70 vieron los primeros signos de cambio.
Oregon se convirtió en el primer estado en despenalizar la marihuana en 1973, reduciendo las penas a simples infracciones con multas.
Esto abrió el camino para una serie de reformas a nivel estatal, aunque la criminalización seguía vigente en la mayoría del país.
Los años 80 y 90 marcaron una época de reflexión y cuestionamiento: La relación entre la marihuana y el crimen comenzó a ser vista con mayor escepticismo, y las primeras voces en defensa de su despenalización fueron escuchadas.
California inicia la revolución del cannabis: De la medicina a la recreación en Estados Unidos
Fue en California, en 1996, cuando el panorama dio un giro decisivo. El estado aprobó la Proposición 215, legalizando la marihuana para uso medicinal.
Este acto histórico no solo brindó alivio a miles de pacientes con enfermedades graves, sino que también fue un precedente para la expansión del cannabis con fines terapéuticos en otros estados.
La revolución recreativa: Pero fue en la década del 2010 cuando se desató una verdadera revolución. Colorado y Washington se convirtieron en los primeros estados en legalizar la marihuana para uso recreativo en 2012, marcando un hito en la historia del cannabis en el país.
La decisión fue una respuesta al apoyo popular y a la acumulación de evidencia que mostraba que la marihuana no era más peligrosa que otras sustancias legales, como el alcohol o el tabaco.
En los años siguientes, más de una docena de estados se unieron al movimiento, y en 2020, California se consolidó como uno de los mercados más grandes del mundo, imponiendo un modelo de regulación y comercialización que se replicó en otras regiones.
Con esta expansión, las ciudades estadounidenses comenzaron a ver los primeros beneficios económicos de la legalización: la creación de miles de empleos, el incremento de los ingresos fiscales y la disminución de las detenciones por delitos relacionados con la marihuana.
El apoyo popular y la evolución de la política
A medida que la marihuana se legalizaba en más estados, también aumentaba el apoyo popular. En 2018, más del 60% de los estadounidenses apoyaban la legalización, según sondeos, un cambio radical frente a las actitudes del pasado.
Sin embargo, el nivel federal seguía siendo un obstáculo: aunque la marihuana ya era legal en muchos estados, permanecía prohibida a nivel nacional bajo la Ley de Sustancias Controladas.
Las tensiones entre las leyes estatales y federales dejaron claro que una reforma en la legislación federal sería inevitable.
El Congreso de Estados Unidos ha comenzado a debatir propuestas de ley, como el MORE Act, que busca despenalizar el cannabis a nivel federal, eliminando su clasificación como una sustancia peligrosa.
Sin embargo, las discusiones siguen siendo complicadas, y personas y sectores se oponen a los cambios, citando preocupaciones sobre la salud pública, el consumo juvenil y la seguridad vial, según los registros de la propuesta.
Un futuro con incertidumbre: Marihuana
Hoy en día, la marihuana es legal para uso recreativo en 23 estados y para uso medicinal en 37, pero la industria sigue enfrentando desafíos.
A pesar de los enormes avances, el consumo sigue siendo criminalizado en el ámbito federal, lo que crea incertidumbre en el mercado y dificultades logísticas, como el acceso a servicios bancarios, según las leyes vigentes.
La historia de la marihuana en Estados Unidos refleja una serie de cambios políticos, sociales y culturales que han modificado la percepción pública sobre esta droga.
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