Eduardo Bahena cargó una cruz de más de 50 libras durante el tradicional Viacrucis de Pilsen, reviviendo el sacrificio de Jesucristo. La comunidad inmigrante, unida por la fe, recorrió casi una milla bajo el sol como símbolo de resistencia, amor y esperanza. Más de 70 actores participaron en esta emotiva representación, que se ha realizado por 78 años