En latinos de segunda generación el uso del español continúa en declive

Según recientes reportes, la generación zeta de jóvenes latinos mantiene la tendencia de sus antecesores los Millennials, de hablar menos español.

Video Conoce en qué consiste el programa de lenguaje dual que ofrecen las Escuelas Públicas de Chicago

De acuerdo a un estudio del Pew Research Center del 2021 la proporción de latinos que hablan español en casa ha disminuido de 78% en el 2000 a 68% en 2021. En el caso de los que nacieron en el país, esta proporción se redujo de 66% a 55%. Pero para el 93% de los latinos inmigrantes, el español es el idioma que hablan en el hogar. Sin embargo, a pesar de que la proporción de latinos que hablan español en casa ha disminuido, el número de los que lo hacen ha aumentado de 24,6 millones en 2000 a 39,3 millones en 2021.

En el debate de la causa de esta disminución deben considerarse los desafíos tanto de los padres como de los hijos. “Creo que sí, los padres juegan un papel importante en cuanto a la exposición al idioma. Si te dan suficiente exposición [al español], tendrás un cierto nivel de fluidez”, dijo Ángela Betancourt-Ciprián, profesora de lingüística en la Universidad de Illinois en Chicago. “Hay muchas cosas que deben tenerse en cuenta sobre cómo son las circunstancias de esos padres. ¿Cuántas horas están en casa? ¿Cuántas horas trabajan? ¿Cuál fue su experiencia con el idioma? ¿Han enfrentado discriminación una y otra vez? ¿Sienten que sería mejor no priorizar el español porque su hijo tendría una mejor experiencia? O ¿no ven el valor de que sus hijos crezcan bilingües y piensan que le están haciendo un favor a su hijo?”

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Muchos inmigrantes pertenecen a familias trabajadoras en las cuales los padres laboran muchísimas horas y carecen del tiempo para enseñarle el lenguaje a sus hijos. Según Betancourt-Ciprián, otra razón podría ser que al llegar a los Estados Unidos los padres enfrentaron discriminación cuando hablaban español.

Ana Celia Zentella, profesora emérita del Departamento de Estudios Étnicos de la Universidad de California-San Diego, explicó de donde viene esta discriminación. “Hay personas que creen que en los Estados Unidos solo necesitas hablar inglés. Que no sólo necesitas hablar inglés, sino que es todo lo que deberías hablar. Y esa es una ideología muy peligrosa y limitante”. Pero existen otras razones que aclaran la pérdida del idioma. “Cuantos más latinos hay en los EE. UU., mayormente la segunda y la tercera generación pierden el español. Lo que ha pasado es que a pesar de que tienen más oportunidades de hablar con los inmigrantes a su alrededor, son más reacios a hacerlo por el odio antiinmigrante que hay, y la violencia”, dijo Zentella.

¿De quién es la responsabilidad?


En cuanto a los hijos de padres inmigrantes, las dos profesoras coincidieron que los jóvenes que no tuvieron tanta exposición al lenguaje no tienen la culpa de no saber el español, pero que sí tienen el compromiso de buscar el lenguaje, refiriéndose a aprenderlo por su parte. Sin embargo, Betancourt-Ciprián añade que allí también hay dificultades. “Es el tiempo y el dinero que tendrías que invertir... pero no todo el mundo tiene el tiempo”.

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No todo es responsabilidad de los padres y de sus hijos. La escuela también tiene su parte en el decrecimiento del español. “Creo que un papel increíblemente importante que se ignora en este debate de '¿es el padre o es el niño?' es el sistema escolar. ¿Está haciendo espacio para más español o se está enfocando en eliminar al español y hacer la transición de los niños del español al inglés lo más rápido posible? Sí, los padres deben proporcionar un cierto nivel de exposición para que el niño hable con fluidez, pero no se les puede asignar toda la responsabilidad. Debido a que los estudiantes pasan tantas horas en la escuela, también debemos observar lo que sucede en el entorno escolar”, dijo Betancourt-Ciprián.

Según ambas profesoras, el sistema educativo ha sido diseñado exclusivamente para enseñarle a los niños el inglés y sacarles el español. No obstante muchas instituciones educativas están cambiando este modelo. En las escuelas secundarias, existen clases de doble inmersión donde la clase se imparte tanto en inglés como en español. También hay programas de español patrimonial (Spanish heritage program) para estudiantes que han crecido con el español en casa, que los ayuda a aprender más sobre la gramática y el español académico—que tal vez no hayan aprendido, coincidieron ambas educadoras.

Pero Marilú González, de 66 años, trabajadora social para Caridades Católicas de Chicago tiene una opinión diferente. “Yo no culpo a las escuelas… y a veces, desafortunadamente, las clases bilingües que tienen son muy feas… yo creo que es cuestión de uno. Si tú realmente quieres saber quién eres, de dónde vienes, y a dónde puedes llegar, tienes que saber tus raíces, tienes que saber tu historia”.

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González piensa que los jóvenes tienen la responsabilidad de aprender el español, pero que los adultos y padres también tienen el deber de aprender el inglés. Para que las familias sean realmente bilingües y puedan entenderse de la mejor manera posible, “los padres tenemos que [aprender], y hay muchos motivos, no sólo por el hijo, pero por uno mismo”, dijo González.

El idioma como determinador de identidad


Las tres entrevistadas piensan que hablar español no es un aspecto integral de la identidad latina, sin embargo, afirmaron que el lenguaje definitivamente agrega un puente para acercarse más a su cultura y comunidad.

Consideremos la perspectiva de un joven latino de segunda generación. JJ Salgado, de 20 años, estudiante de diseño gráfico en Columbia College Chicago nació en Chicago, pero por circunstancias personales se mudó muy pequeño a la Ciudad de México, por lo que el primer idioma que aprendió fue el español. No fue hasta los 7 u 8 años que regresó a los Estados Unidos que estudió inglés en clases bilingües. Su abuela también hacía que leyera libros en inglés para que “alcanzara a los demás” y que perdiera el acento que tenía.

“Ahora como universitario he pensado sobre [el español] mucho más...me estoy dando cuenta que tan importante es para mí”, dijo Salgado. “Uno de mis temores más grandes es perder mi español [pues es] integral, es ser yo … Es difícil explicar que significa para mí, pero es parte de mí, tengo que hablarlo”.

La disminución del manejo del español no corresponde a una sola persona o situación. Las dos profesoras explicaron que intervienen una multitud de factores: El racismo, la xenofobia, la discriminación, la falta de programas educativos adecuados, el capitalismo, y la ruptura de los lazos entre las personas mayores de la comunidad latina y los más jóvenes.

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Hablando de su propia familia que no habla el español muy bien, la profesora Zentella dijo que “no saben lo que se pierden, los enormes lazos culturales y emocionales que se rompen”.

—Por Mena Servín
Mena Servín es estudiante bilingüe de animación en Columbia College Chicago

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