Jay Keller tenía fatiga y síntomas similares a los de un resfriado. "Pensé que tal vez tenía la enfermedad de Lyme, covid-19 o una neumonía andante, pero no estaba seguro", dijo el hombre de 48 años.
Bacteria en la boca le provoca infección cerebral a un hombre de Chicago y así pudieron salvarlo
"Todos estamos expuestos a pequeñas bacterias procedentes de la boca", explicó la doctora Karen Krueger, especialista en enfermedades infecciosas de Northwestern Medicine, al comentar el caso de Jay Keller. El hombre de 48 años sobrevivió a una cirugía para reparar el daño en su cerebro.

En septiembre, desarrolló fuertes dolores de cabeza por lo que fue ingresado en el Northwestern Memorial Hospital para que le hicieran pruebas.
Los análisis de sangre revelaron que Keller tenía endocarditis (una válvula cardíaca infectada) por Streptococcus mutans, una bacteria oral que puede causar caries.
"Todos estamos expuestos a pequeñas bacterias procedentes de la boca, pero Jay era propenso debido a que tenía una anomalía cardíaca congénita: nació con dos valvas de la válvula aórtica en lugar de tres, lo que se denomina válvula aórtica bicúspide. Se asocia a un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares, incluida la endocarditis", explicó la doctora Karen Krueger, especialista en enfermedades infecciosas de Northwestern Medicine.
Una complicación sumada a un mal congénito
"Debido a la válvula de dos hojas, el flujo a través de esa válvula no era normal y se prestaba a que se infectara más fácilmente. Jay desarrolló una infección en esa válvula, que luego le causó un derrame cerebral", dijo el doctor Duc Thinh Pham, cirujano cardíaco de Northwestern Medicine.
Cada vez que el corazón de Keller latía, empujaba la sangre a través de la válvula infectada y hacía que cayeran bacterias en su cerebro, provocando un aneurisma cerebral micótico infectado, que es una afección muy peligrosa.
Debido a la importancia de los vasos sanguíneos afectados, el doctor Babak Jahromi, neurocirujano de Northwestern Medicine, tuvo que abrir el cráneo de Keller, cortar el aneurisma y coser los vasos sanguíneos cerebrales afectados a otros segmentos de vasos sanguíneos cerebrales no afectados. Era la primera vez que el doctor Jahromi realizaba un doble bypass para un aneurisma micótico. La rara intervención de 8 horas preservó los importantes vasos sanguíneos de Keller.
"Básicamente se trata de rehacer las cañerías del cerebro cortando la parte que está abultada y consiguiendo que los tubos restantes se conecten entre sí", dijo el doctor Jahromi.
"Tener un aneurisma cerebral fusiforme es muy poco común y que esté relacionado con una infección cardíaca es aún más infrecuente", insistió.
Listo para regresar a sus actividades diarias, con un corazón reparado
A los pocos días de la operación cerebral, Keller ya estaba en pie y caminando por los pasillos del hospital. Recorrió siete millas en un día y no podía creer lo bien que se sentía.
Dos meses más tarde, Keller volvió a entrar en el quirófano con el Doctor Pham, quien arregló la válvula cardíaca infectada el 21 de abril de 2022.
Durante ese procedimiento los cirujanos también encontraron un pequeño agujero en el corazón de Keller que pudieron arreglar.
Keller terminó recientemente la rehabilitación cardíaca y está listo para volver a sus actividades normales.












