ATLANTA, Georgia.- Perla Ortega, de 18 años, salió del departamento en el que vive con su familia en Lawrecenville el 21 de febrero. Los dos días siguientes, ella fue manipulada para colaborar con criminales que fingieron tenerla secuestrada. En realidad se trató un engaño que le costó cientos de dólares a la familia.
“Quiero $15,000 por no matarla”: así fue como una familia hispana descubrió que esa amenaza eran un engaño
Una familia hispana en Georgia recibió amenazas de que ‘matarían’ a una menor de 18 años si no les envíaban $15,000. Tras comunicarse con las autoridades, un detalle los alertó de que se trataba de un engaño.

“Nos pedían $15,000, que si no los pagábamos, pues la iban a matar”, dijo Yajaira Govea, tía de la víctima.
Perla fue vista por última vez saliendo de su apartamento en Sweetwater Road en la zona no incorporada de Lawrenceville aproximadamente a la 1:30 p.m. antes de que el padre recibiera los primeros mensajes.
El Departamento de Policía del Condado de Gwinnett solicitó la asistencia del FBI.
Durante dos días, los oficiales y detectives trabajaron para dar seguimiento a todas las pistas y mantuvieron a la familia actualizada sobre el caso mientras buscaban activamente al adolescente.
Temprano en la mañana del 23 de febrero, un oficial encubierto vio al adolescente caminando por la acera de Sweetwater Road. Finalmente se reunió con su padre.
Después de la entrevista con la adolescente, los detectives se enteraron de que una persona desconocida llamó a la adolescente por teléfono.
La clave que los llevó a deducir que algo “no cuadraba”
La familia se comunicó con la Policía del condado Gwinnett para denunciar lo que estaba ocurriendo. En la narración, ellos detectaron ‘algo que no cuadraba’.
“Fueron reduciendo su monto. Entonces ahí fue cuando la los detectives dijeron que algo algo no cuadraba porque pues un secuestrador exige, exige y exige entonces cada 2 horas o cada 3 horas, su monto era era mucho menos hasta que llegaron a $1,000”, dijo Govea.
Cuando Perla fue encontrada a salvo, las autoridades le hicieron una entrevista sobre lo ocurrido.
Ella dijo que recibió una llamada de un teléfono celular en la que le dijeron que su familia estaba en peligro si volvía a casa y que su teléfono estaba siendo utilizado para amenazar a otras personas de muerte.
“Le dijeron que su teléfono estaba siendo utilizado para amenazar de muerte a las autoridades mexicanas. Cuando la víctima negó las acusaciones, la persona indicó que su familia y ella ahora estaban en peligro de ser atacados aún más por estos "hackers" que estaban usando su número de teléfono para hacer las amenazas”, indicó la Policía de Gwinnett.
Quienes se comunicaron con ella incluso le pidieron fotos de ella “pareciendo triste”que luego usaron para extorsionar a su papá.
La policía del condado Gwinnett dijeron que no conocen las identidades de los sospechosos y que en ese departamento han investigado al menos media docena de casos similares.
Cualquier persona que tenga información para compartir en este caso debe comunicarse con Crime Stoppers of Greater Atlanta al 404.577.8477







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