Un tribunal le impidió adoptar a sus tres sobrinos por ser indocumentada, 14 años después anhela volver a verlos

Maris Mejía Izaguirre fue separada de sus sobrinos en 2008 cuando un tribunal en Georgia le negó la custodia por su estatus migratorio. “Que seamos indocumentados no nos hace malos padres”, dijo con la esperanza de volver a verlos y abrazarlos.

Video “Que seamos indocumentados no nos hace malos padres”: una tía busca a su sobrino tras 14 años sin verlo

ATLANTA, Georgia.- Maris Mejía Izaguirre vio a sus sobrinos por última vez hace 14 años, cuando se tuvo que separar de ellos luego de que un tribunal en Georgia le negó su custodia cuando la madre de los menores fue deportada a Honduras. Los niños, que en ese entonces tenían 6, 3 y 1 año, fueron puestos en diferentes hogares y ahora ella desea reencontrarse con ellos.

Maris recuerda que cuando le negaron la custodia, le permitieron tener un día más con sus sobrinos.

PUBLICIDAD

"Yo les dije que ya no los iba a ver, que ya no me iban a dejar verlos, que se iban a ir con la señora. Pero que cuando ellos crecieran que nos buscaran, porque nosotros íbamos a tratar de quedarnos en este país, para que a ellos les hiciera más fácil conseguirnos”, dijo Mejía Izaguirre a Jensser Morales.

Maris desea reencontrarse al menos con Jorge Luis Mejía, el mayor de sus sobrinos, quien ahora tiene 20 años. Ella cree que el menor quizá ahora tiene otro nombre.

"El mayor que tenía 6 añitos yo anhelo que me reconozca, anhelo que por mi nombre, por mi cara. Traté de ponerme el pelo como lo tenía ese tiempo para esta entrevista, para que tal vez, él me reconozca a pesar los años o que alguien por la fotografía de él lo reconozca y pueda darse un reencuentro. Tal vez Dios lo ha bendecido con una familia, pero yo soy su familia de sangre. Soy su tía y yo luché por ellos y me negaron la oportunidad”, comentó Maris.

La tía narró a Univisión Altanta que hizo un gran esfuerzo para poder adoptar a sus sobrinos en 2008, cuando la madre de los menores fue arrestada, procesada y deportada por tráfico de drogas. Maris creyó que por ser su familia más cercana podía solicitar la custodia de los tres, y así le hicieron creer por un año.

“Me hicieron mudarme a un apartamento más grande. Cambié a mi niño de escuela. Me hicieron sacarme las huellas digitales, el récord criminal. Me hicieron ir al médico. Visitaron la escuela de mi hijo para saber cosas de él. Me caía de sorpresa la trabajadora social”, contó Maris. "Después de un año me dijeron que todo estaba bien… pero que mi condición de indocumentada me quitaba la elegibilidad”.

PUBLICIDAD

¿El estatus migratorio impacta una adopción?

“El estatus migratorio de una persona no es determinativo, simplemente es un factor que una corte juvenil o familiar va a tomar en cuenta al determinar si el niño va a estar sano y salvo en esa situación familiar con esta persona”, dijo la abogada Mariel Silva.

Silva aconsejó a otros padres, con un estatus migratorio no definido, a elaborar un poder para facultar a terceros como opción principal para ser tutor temporal y ser considerado por el juez para un proceso definitivo.

“Que seamos indocumentados no nos hace malos padres. Nos hace unos padres sin documentos, pero eso no nos quita de proveer y trabajar cada día para darles su sustento”, concluyó diciendo Maris Mejía.

Podría interesarle: