Santos para pedir que gane tu equipo de fútbol

Ahorita que estamos con la fiebre de futbol ¿Sabes a quién pedirle y orarle para que tu equipo favorito salga victorioso?

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Es común ver a muchos aficionados rezar para que su equipo favorito gane el partido, pero, ¿sabías que hay varios patrones y santos a quienes puedes pedirles esto en particular?

Por supuesto, el entrenamiento y el desempeño en la cancha son lo más importante, pero, ¿quién dice que una ayudadita espiritual no ayuda?

Aquí te presentamos a cuatro santos a los que podrías encomendar a tu equipo favorita para que obtengan los mejores resultados

Seguramente has escuchado que cuando alguien está teniendo un problema, la gente quiere ayudarle armando una 'cadena de oración'. Pero, ¿sabes qué significa, qué se requiere y qué 'trampa' debes evitar en ello?

Diario escuchamos de alguna persona que tiene un problema muy grave, sea de salud, monetario o similar. Debido a la seriedad o severidad de ese asunto, muchísimas veces se encuentran tan abrumados y preocupados que es bastante complicado para ellos lidiar ellos solos con lo que ocurre.

Es por eso que mucha gente sugiere hacer una 'cadena de oración' para ayudarles, y eso no es más que ponernos a rezar por nuestra parte, estemos donde estemos en el mundo, pidiendo a Dios que les brinde una mano o consejo en este momento tan difícil por el que están pasando en sus vidas.

No significa literalmente que armemos una 'cadena' de personas o que tengamos que estar en un grupo de gente o comunidad todos reunidos para rezar, como en los que se llaman 'prayer circles', en donde se juntan muchas personas para rezar. Por supuesto que funcionan y son recomendables, pero una sola persona también puede ser partícipe de una cadena de oración, por sí sola, en su casa.

Inclusive habrá aquellas personas que prefieran rezar en solitario, sea en la comodidad de su propio hogar, habitación o Iglesia o centro de devoción más cercano. Todos podemos participar desde el rincón del mundo en que estemos.

Una cadena de oración es una manera de compartir pedidos, súplicas y compromisos de oración con otras personas, independientemente del lugar donde se encuentren. Es una manera de ayudar a otra persona en el dilema que están pasando.

Así, por ejemplo, se podría estar armando una 'cadena de oración' por una persona que tuvo un accidente y está en el hospital, o que contrajo una grave enfermedad, o que está pidiendo por la salud de un ser amado, o por salir de un bache financiero o laboral, inclusive sentimental. Las peticiones varían como todas las que hace toda la humanidad en oración.

Ya sea una curación de alguna enfermedad un problema financiero, sentimental o salvación espiritual, una cadena de oración busca un resultado o transformación a través de la fe de muchas personas y con eso, ayuda a desarrollar esa misma fe y devoción hacia su religión.

Además, es un noble acto de caridad hacia el prójimo, buscando con nuestras mejores intenciones y fe que nuestras oraciones hacia Dios o a quien recemos contribuyan a ayudarles en esta complicada situación por la que están pasando.

Y es que todos sabemos el poder de la oración (seamos de la religión que seamos). Queremos ayudar a esa persona a rezar por nuestra parte, intercerdiendo por sus peticiones ante Dios, y poniéndonos juntos de acuerdo, las cosas pedidas en el Nombre del Hijo serán hechas.

En el Evangelio también se menciona algo así: En Mateo 18:19, Jesús dice "si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidan, les será hecha por mi Padre que está en los cielos".

Así que no hay nada más bonito que poner nuestro granito de arena dentro de lo que podamos ayudar al prójimo que está pasando por un rato amargo. Estemos donde estemos en este planeta, una oración noble y con nuestros mejores deseos puede contribuir a que se supere algo terrible.

Ahora, es necesario hablar de una 'trampa' que está ocurriendo en estos tiempos modernos con las cadenas de oración: aquella que mandamos o recibimos por redes sociales, como Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, correo electrónico, mensajes de texto, etcétera.

Por supuesto, por sí solas no tienen nada de malo porque es usualmente a través de Internet o redes sociales cuando nos enteramos de que alguien necesita ayuda. Nos referimos al punto de CONDICIONAR la oración o querer obligar a la gente a hacerlo porque si no, de alguna manera Dios los "castigará".

Por ejemplo, alguien manda por Whatsapp una frase religiosa, por decir, una bíblica, o una cadena de oración, para que los reenvíen a todos los contactos que tienen en su lista en un determinado lapso de tiempo, para entonces recibir ya sea una bendición de Dios, o un castigo. "Si no compartes esta imagen de la Virgen en cinco minutos, todo te saldrá mal mañana".

Estas medidas dicen al destinatario que solamente podrán recibir la ayuda o bendición si transmiten el mensaje o hacen cientos de copias, o recen determinados Padre Nuestros o Ave Marías al día porque si no, no se les va a cumplir, sea su propia petición o en este caso, una cadena de oración.

Y no hay nada mal en recibir correos, textos, fotos, gifs o videos en tus redes sociales con hermosas oraciones, imágenes religiosas o frases, mantras o reflexiones que tengan contenido espiritual o religioso - eso no tiene nada de malo. Lo terrible es condicionar a que lo 'pasen', compartan o den 'forward' a todos sus contactos porque si no, les irá mal o no se les va a cumplir nada.

Debemos recordar y recalcar que Dios no nos pone condiciones a la hora de invitarnos a todos sus discípulos a rezar. Hacer estas malas medidas no sólo es es incompatible con la enseñanza de la religión, sino también de malas personas. Hay que evitar este tipo de mensajes y supersticiones.

Esto tiene que ver con las cadenas de oración porque mucha gente se aprovecha de la inocencia o buenas intenciones de la gente y pone estas feas condiciones, cuando el acto en sí es pedir que alguien rece para que mucha gente se acumule y pidamos al Señor por esa persona en problemas.

Dios, que es fuente de la misericordia, al final nos perdona estas faltas de fe pero nosotros debemos confiar en Él, en Su palabra y Sus acciones y seguir con el poder de oración para ayudar no nada más a nuestros seres queridos, sino al prójimo en general.

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Seguramente has escuchado que cuando alguien está teniendo un problema, la gente quiere ayudarle armando una 'cadena de oración'. Pero, ¿sabes qué significa, qué se requiere y qué 'trampa' debes evitar en ello?

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Cuatro santos en particular a quien uno puede pedirle por su equipo

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San Juan Pablo II
Karol Wojtyła fue portero en sus años de juventud en Wadowice, su ciudad natal en Polonia. Por eso mismo, se le considera el Santo Patrono de los Porteros. Y el gusto de Juan Pablo II por los deportes siempre fue muy notorio, siendo partícipe de numerosos eventos internacionales.

Durante todo su pontificado, Juan Pablo II mantuvo un diálogo constante con la juventud de todo el mundo sobre la importancia del deporte y mostrando interés por sus inquietudes en el campo deportivo.

Aquí, miembros de la selección nacional de Polonia le entregaron en noviembre de 2003 una playera personalizada con su nombre y el número 1, la cual el Papa recibió con mucho gusto y amplia sonrisa.

Los santos italianos
De Italia salen otros tres santos, comenzando con San Luigi Scrosoppi, canonizado justamente por Juan Pablo II en 2001.

Luigi Scrosoppi fue nombrado en 2010 el patrón del fútbol por su dedicación a la juventud a través del deporte. Cuando fue designado, se destacó que representaba valores afines al deporte, como la perseverancia, diligencia, justicia y determinación. Desde entonces, se representa a San Luigi Scrosoppi frecuentemente en figuras sosteniendo un balón de soccer en la mano.

Pier Giorgio Frassati también fue designado el Santo Patrón de los deportistas. Era un activista social que además de lucirse en sus estudios, era muy buen deportista, amante de las montañas, excursiones y claro, partidos de fútbol.

Pier Giorgio, fallecido a los 24 años, está sepultado en la Catedral de Turín, en donde está representado en un mural junto a nuestro último santo, San Juan Bosco.

San Juan Bosco, cuyo nombre era Giovanni Melchiorre Bosco, fue un sacerdote, educador y escritor italiano del Siglo XIX. Juan Bosco fundó la Congregación Salesiana, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, entre varias otras, y estuvo a cargo de varios sistemas educativos para la formación de niños y jóvenes, tanto en Europa como en América Latina.

Escribió numerosas obras y fue uno de los principales promotores de la imprenta. Todos sus escritos estuvieron dirigidos a la educación juvenil y a la defensa de la fe católica. Ganó mucho prestigio no sólo como sacerdote, sino como educador de jóvenes necesitados.

Bosco murió en 1888 y casi medio siglo después, en 1934, fue canonizado por el Papa Pío XI. Luego, Juan Pablo II le dio el título de "Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes".

La personalidad de San Juan Bosco como gran educador embonaba perfectamente con las características del deporte, como la alegría, juventud y amistad, así que fue designado el Patrón de los Futbolistas.

Se le han erigido varias estatuas, como patrono del deporte y sobre todo de la educación. Aquí San Juan Bosco, Patrón de los Futbolistas, ante la mirada de un joven.

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