De todos sus amigos famosos, solo uno ayudó a Rafael Amaya cuando tocó fondo con las drogas y el alcohol

El actor de telenovelas reapareció y dio una entrevista a People en Español para hablar del infierno que vivió por su adicción a las drogas y el proceso de rehabilitación al que se sometió. Rafael Amaya también recordó que solo una persona del medio artístico le tendió la mano cuando estaba en su peor momento.

Por:Univision

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Luego de varios años de especulaciones sobre los problemas de adicciones de Rafael Amaya, el actor confirmó haber "tocado fondo" gracias al consumo de drogas y alcohol.

Rafael Amaya/Instagram

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El histrión mexicano habló de los difíciles momentos que pasó al refugiarse en las sustancias nocivas y alejarse de sus seres queridos.

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"Me aislé por muchos temas psicológicos, personales, temas de familia, de trabajo, mucha inseguridad. Había perdido la paz interior. Estaba volando sin ningún rumbo. Me sentía solo, sin el amor de Dios, sentía que no merecía muchas cosas", recordó.

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Rafael considera que estaba pidiendo ayuda inconscientemente: "Sentía que había perdido todo, incluso sentía que mi vida no valía, que había sido un error haber sido actor, que la fama no me ayudaba en nada".

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Fue en 2019 cuando Amaya desapareció de la vida pública y se la pasó viajando de incógnito para no ser reconocido, incluso, se escondía de sus seres queridos al cambiar constantemente de número telefónico.

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"Me perdí, me fui a Europa, a Centro y Sudamérica a viajar, a estar solo, me fui a la playa. Siempre estaba escondido entre la gente, siempre me ponía gorras, me ponía mucha barba, estuve en muchos lados", contó a la revista.

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El protagonista de 'El señor de los cielos' asegura que el querer darle gusto a la gente que lo rodeaba, fue una de las razones que lo llevaron a perderse en el mundo de las drogas.

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"Mucha gente me catalogaba como ellos querían que fuera, de alguna forma siempre me ha gustado quedar bien y darle placer a la gente en cuanto a cómo me veo, qué es lo que digo, el video que quieren que grabe. Me dejé llevar. No estoy diciendo que ellos tienen la culpa".

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"Poco a poco empecé con el alcohol, después empecé con otras sustancias y me fui hundiendo. Ahora que estoy bien quiero mandarle un mensaje positivo a la gente", explicó a People en Español.

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Amaya reconoce que alejarse de su familia y amigos fue lo que detonó que perdiera el rumbo de su vida: "Creo que las malas amistades y no tener los pies en la tierra. Alejarme de mi familia, de las buenas amistades, de la gente que realmente te quiere por quién eres, no por lo que significas".

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Confesó que llegó a menospreciar a sus seres queridos por no estar "a su nivel": "Los buenos amigos ahí están siempre, pero como no tomaban, ni estaban en la fiesta, ni tenían carros lujosos, ni yates, ni nada, pensaba que no estaban a mi nivel. Imagínate las babosadas en las que estaba pensando".

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"Era algo ridículo, yo no sabía que lo más preciado que tiene un ser humano es la salud y la estaba perdiendo. Lo que detonó todo esto fue alejarme de Dios y de mi familia, alejarme de las personas que me aman".

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El cantante Roberto Tapia, amigo cercano de Rafael, es pieza clave en la rehabilitación del actor, pues fue la persona a la que Amaya pidió ayuda.

Roberto Tapia/Instagram

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"Estaba en mi estudio y de repente recibo una llamada […] Me dijo: 'Compadre, necesito ayuda, ya no puedo'", narró el exponente de regional mexicano.

Roberto Tapia/Instagram

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Roberto Tapia, Fátima Amaya, la hermana del actor, y Karem Guedimin, mánager de Rafael, idearon un plan para convencerlo de que regresara a México con pretexto de que tenía una importante propuesta de trabajo. Fue así que lograron internarlo en la clínica de rehabilitación de Julio César Chávez.

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"Mi compadre estaba en malas condiciones, pero deseando que alguien lo ayudara […] En el coche él venía llorando. (Yo) le estaba haciendo ver todas las cosas chin… que tenía en su vida y que las estaba tirando", relató Tapia a People en Español.

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Rafael se siente agradecido con el cantante por haberlo ayudado, pues fue el único famoso que le tendió la mano: "En el medio en donde trabajo nada más Roberto Tapia. Es un hermano, un amigo, es la familia que uno escoge".

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Julio César Chávez lo recibió en su clínica de rehabilitación Baja del Sol, donde trabaja Carlos Appel, primo de Rafael Amaya y director del lugar.

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"Cuando llegó, la verdad no le quisimos decir a Rafa, pero sí llegó un poco psicótico, todavía creyéndose 'El señor de los cielos' . Pero pasaron los días y ahora meses, y la evolución de Rafa ha sido increíble […] Es un hombre noble. Como todo ser humano, tenemos errores en la vida. Lo difícil no es caer, lo difícil es levantarse y eso hay que valorarlo", declaró el exboxeador a la revista.

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Rafael estuvo en rehabilitación durante 4 meses y está consciente de que su enfermedad deberá tratarla de por vida: "Sigo yendo a juntas, pero estoy terminando mi proceso. Esto es de por vida. Fue un tratamiento de cuatro meses y estoy muy agradecido, contento".

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Aunque en sus perores momentos el actor creyó que la fama no servía para nada, ahora considera que con ella puede mandar un mensaje positivo al público.

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"Tengo la fe en mis manos, siento una tranquilidad como nunca la había sentido y la rehabilitación es para quien quiere […] Quiero transmitirle esto a la gente. Mi pregunta es: ¿De qué manera puedo ayudar a la gente? Poniendo mi granito de arena con los medios, aprovechar ese alcance que tengo para transmitir cómo me salvaron la vida", externó en la entrevista.

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