La vedette cubana, en compañía de su hijo Emilio, descubrieron que tenían a un escurridizo 'intruso' en su jardín. Con mucho miedo, ambos se dieron a la tarea de sacar al reptil de ahí y una vez lo tuvieron en un lugar seguro, decidieron que debería formar parte de su familia. Al final lo 'bautizaron' como Ramiro (o Ramira).