La actriz mexicana consiguió su primer protagónico en 1991 con 'Cadenas de amargura', telenovela en la que compartió créditos con Raúl Araiza y Diana Bracho. La repentina fama que este melodrama le trajo generó en Daniela una serie de vivencias que la llevaron a "perder el piso", sin embargo, dos importantes personas en su vida le lanzaron una amenaza que la obligó a recapacitar.