Cambiaron el hábito por la televisión: estos actores estuvieron a punto de ser monjas o sacerdotes antes de la fama
Paulina Goto, Laura Zapata y Carlos Rivera, entre otros exitosos actores, estuvieron a punto de alejarse de los escenarios para llevar una vida consagrada a Dios. Conoce sus historias.
La actriz y cantante
Paulina Goto reveló uno de los aspectos más reservados de su vida, en una entrevista publicada el pasado 11 de febrero en la revista mexicana
Quién: de no haberse dedicado a los escenarios le hubiera gustado ser religiosa.
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"
Iba a ser consagrada y no tiene nada de malo", dijo en la entrevista, "al contrario, qué padre que la gente dedica su vida a eso. Eso es lo que me gustaba".
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La estrella de
'Vencer el miedo' contó que cuando residía en Tampico, Tamaulipas, estaba de misionera y por su cabeza pasaba una idea: "Yo decía, 'se siente tan bonito ayudar y sentir que estás haciendo algo padre por los demás'. Le dije a la monja que estaba con nosotros:
'Yo quiero hacer esto'. Y me decía: 'Pues te metes al centro estudiantil'".
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Cuando estaba a punto de iniciar el proceso para dedicar su vida a Dios, recibió la llamada de su madre, quien le informó que había sido aceptada para estudiar actuación en el
Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa en la Ciudad de México.
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"Ese día me habla mi mamá y me dice: 'Hijita te quedaste en el CEA', y pues me voy al CEA. Y siempre lo pensé y dije: 'Bueno, si llego a ser actriz y llego a
tener una voz en el mundo qué padre usar mi voz para poder ayudar a sembrar cosas positivas y tal vez tenga mucho más alcance de poder hacer cosas padres'".
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El caso de Goto no es el único en el mundo de los famosos que estuvieron a nada de usar un hábito o sotana en lugar de ser estrellas del espectáculo. Un caso similar fue el de
Laura Zapata.
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En el año 2015, la famosa villana de las telenovelas confirmó que durante su niñez se planteó la idea de portar un hábito y consagrar su vida a Dios.
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"Yo en algún momento de mi vida pensé
'yo quiero ser monja' porque sí soy 're mochila' (recatada)", dijo en una entrevista para
'Ventaneando', "soy devota, creo en Dios, oro y rezo y aprovecho mi rosario que tiene agua bendita y me echo mi rosario".
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En aquel año, la recordada Dulcina Linares de
Rosa Salvaje participó en la obra teatral 'La llamada', en la Ciudad de México, en la que interpretó a una monja. Allí pudo saciar el deseo que tuvo de niña.
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Otro caso similar es el de
Manuel Landeta. El integrante del reparto de la puesta 'Solo para mujeres' aceptó en el año 2014 que cuando estaba joven estuvo a punto de iniciar su vida en el sacerdocio.
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"Iba a ser sacerdote cuando estaba chavo, sí", dijo en una entrevista con los medios de comunicación, "pero bendito sea Dios, no".
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En esa misma entrevista contó que una de sus obsesiones es poder tener "una mujer todos los días". "
Me obsesiona mucho la belleza femenina, pero me controlo".
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El primer actor
Ignacio López Tarso vivió algo muy parecido. De niño, su padre no contaba con los recursos económicos para solventarle el ingreso a un internado de manera que continuara con sus estudios.
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Entonces, un sacerdote que era amigo de su papá le sugirió que internara al joven López Tarso en un seminario católico. "El cura, que era muy amigo de mi padre, le dijo 'que vaya a un seminario, yo le abro la puerta. Allí hay magníficos maestros, va a estudiar mucho, va a hacer mucho deporte y me fui. Fueron días maravillosos, la pasé muy bien", contó el actor en el show de entrevistas
'El minuto que cambió mi destino'.
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Allí pasó cuatro años hasta el momento en que las autoridades del seminario comenzaron a hacer las primeras órdenes para iniciar el proceso camino al sacerdocio. Fue entonces que el actor se dio cuenta que no deseaba seguir ese camino.
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"Entonces dije 'ya no'.
No tenía vocación de ser sacerdote", admitió.
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Otro primer actor que en su juventud estuvo en un seminario y recibió la preparación para ser sacerdote fue el fallecido
Joaquín Cordero.
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Recordado por participar en varias películas y telenovelas, Cordero estuvo a punto de dedicar su vida a la Iglesia.
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De acuerdo con los datos biográficos publicados en la base de datos
IMDB, el actor y su familia se mudaron de Puebla a la Ciudad de México cuando él era niño y allí ingresó al seminario.
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Se detalla que en algún momento "
consideró convertirse en sacerdote, pero finalmente decidió seguir una carrera en derecho".
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Al poco tiempo se dio cuenta que las leyes tampoco eran lo suyo y en contra de los deseos de su familia, tomó la decisión de ser actor. Falleció el 19 de febrero de 2013.
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El cantante
Joan Sebastian también tuvo deseos de ser sacerdote. En la biografía de la hoy fallecida estrella del regional mexicano destaca el hecho de que a los 14 años ingresó al Seminario Conciliar de San José, en Cuernavaca, Morelos.
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Según una reseña del diario mexicano
El Universal, el cantante fue apoyado en aquel entonces por su abuela y la idea de que fuera sacerdote fue rechazada por su padre.
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El deseo por el sacerdocio terminó cuando el cantante tenía 17 años, edad en la que abandonó el seminario y decidió dedicarse a la música. Joan Sebastian murió el 13 de julio de 2015.
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La tapatía
Jacqueline Bracamontes es otra famosa que casi termina en un convento. En enero de 2006 dijo al diario mexicano Reforma que en su juventud quiso ser monja.
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"Estuve toda mi vida en escuela de monjas", contó,
"a los 12 años quería ser monja". Sus inquietudes tuvieron qué ver por los estudios de educación básica que tuvo en el tradicional
Instituto de la Vera Cruz de su natal Guadalajara. La institución es atendida por una congregación de monjas.
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En el año 2006 Bracamontes pudo cumplir sus sueños religiosos al interpretar a una religiosa en la cinta
'Cuando las cosas suceden'.
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El primer actor
Eric del Castillo también estuvo a punto de inclinarse por una carrera eclesiástica en lugar de una actoral.
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En sus años de juventud fue influenciado por estudiar en el Internado México, a cargo de sacerdotes maristas. Al salir de allí decidió inscribirse al seminario.
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"Sentí que yo era el indicado", dijo al show
'El minuto que cambió mi destino' en enero de 2019, "ingresé al Seminario Mexicano de Misiones Extranjeras, que ahora son los Misioneros de Guadalupe, y ahí estuve un año, pero no me hallaba".
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Un problema de la vista lo obligó a abandonar su preparación. "
Me sentí muy fuera de onda por haberme salido del seminario, son los renglones torcidos de Dios".
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Fue entonces que su madre lo alentó a estudiar arte dramático. Aunque al principio él no se veía involucrado en esa disciplina, terminó por convertirse en uno de los actores más respetados.
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Cuando
Carlos Rivera participó como coach en
'La voz kids México' en octubre de 2019, reveló que cuando era niño quiso ser un
"sacerdote cantante".
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La anécdota salió a la luz luego de que uno de los participantes reconoció que quería dedicarse al sacerdocio.
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"Yo quería ser sacerdote cantante", dijo Rivera ante la audiencia, "es verdad, cuando tenía como 10 años eso es lo que yo quería ser, pero después decidí que no".
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Aunque desistió, el cantante no dejó de lado su fe y ésta fue pieza clave para forjar su carrera: "
No dejé de creer y cuando empecé a ir a mis audiciones traía como un ejército de santitos que me acompañan y hasta los traía en la mano y me ayudaron a ganar muchos de los concursos en donde yo participé".