Ya capturaron a Duarte ¿Y ahora qué?

Javier Duarte de Ochoa es responsable de encabezar una red delictiva y de desviar dinero público —al menos 223 millones de pesos— del estado de  Veracruz, entidad de la cual fue gobernador hasta su huída en octubre de 2016.  A casi 190 días de su fuga de la justicia mexicana, fue capturado en Guatemala.

Por seis meses Duarte fue  uno de los hombres más buscados en México y el mundo. Nos indignamos con las historias que salieron a la luz tras su desaparición: desvío de recursos, empresas fantasma, agresiones a la prensa y una larga lista de crímenes cometidos. 

Hace unos días llegó el momento que todos esperábamos y al fin fue detenido. Duarte ingresó al cuartel militar Matamoros en Guatemala.

¿Y qué sigue? Tras su detención, Javier Duarte de Ochoa fue presentado en audiencia ante las autoridades judiciales guatemaltecas el miércoles 18 de abril. Está retenido con fines de extradición, por lo que debe ser notificado por ley acerca de la petición oficial que realizará nuestro país para que sea juzgado en México.

En tanto, el gobierno mexicano deberá presentar formalmente la solicitud de extradición antes de que se cumpla el plazo de 60 días que dicta la ley. Una vez hecha la petición, la Fiscalía General de la República de Guatemala recibirá la documentación y la presentará ante el juez competente, quien citará a audiencia para resolver en términos de la legislación de aquel país.

En el momento en el que el juez apruebe la extradición de Javier Duarte, enviará el expediente al Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, en donde se realizará el trámite correspondiente para su entrega a las autoridades mexicanas. 

Sin embargo, surge la posibilidad de que antes sea expulsado del país, ya que la Fiscalía informó que Javier Duarte ingresó de manera ilegal.

Si el ex mandatario veracruzano es extraditado o deportado a México quedará a disposición del juez que giró la orden de aprehensión en su contra: un juzgado federal con sede en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

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El proceso en contra de Duarte está basado en las normas del nuevo sistema penal acusatorio mexicano. Es decir, se le tendrá que realizar una primera audiencia ante un juez de control donde se validará la detención y la Procuraduría General de la República hará la exposición inicial del caso.

Si el juez considera que no hay irregularidades, entonces abrirá un periodo de investigación complementaria que puede ser de tres a seis meses para reunir más pruebas y después dar paso a un eventual juicio oral completo. Si Duarte decide declararse culpable, el caso podría ser más corto y provocaría que se dicte sentencia inmediatamente al término de la investigación complementaria.

Así que no nos queda de otra más que esperar, otra vez, hasta que el sistema encargado de impartir la justicia haga lo suyo.