Venezuela: La CNE descartó que el referéndum revocatorio de Maduro se concrete en 2016

Si la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) “cumple con los requisitos, el referéndum será el próximo año. Y punto”. Así Nicolás Maduro se plantaba en junio de este año sobre la fecha de la consulta popular que decidirá su continuidad en la presidencia de la República Bolivariana.  

Al contrario de lo que esperaba la oposición y ¾ partes de los ciudadanos venezolanos, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela le dio el gusto este miércoles (21 de septiembre) al mandatario chavista y anunció que la consulta popular podrá realizarse si se logra recolectar al menos 3,8 millones de firmas entre el 26 y 28 de octubre; pero que de todas formas el referéndum no será celebrado en 2016. 

De acuerdo con los plazos fijados a partir de esta semana, el referéndum se celebrará “a mediados del primer trimestre de 2017”, aseguró el organismo electoral local.

Esta decisión evitará una reconfiguración a corto plazo del panorama político venezolano. Ocurre que si la votación se realizara antes del 10 de enero de 2017, se abrirían las puertas para elegir a un nuevo gobierno, y las probabilidades de que el chavismo resulte reelecto, son bajas.

De acuerdo con un estudio de las empresa local de investigación Datanálisis, 3 de cada 4 venezolanos desaprueban la gestión de Nicolás Maduro.  

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Caso contrario, como el que decidió la CNE, es el actual vicepresidente venezolano, Aristóbulo Istúriz, quien completará el mandato del presidente bolivariano hasta 2019. Jesus Torrealba, uno de los voceros de la MUD, dijo en una ocnferencia de prensa que la oposicón podría continuar reclamando para que la consulta se concrete este año. “ Al gobierno le asusta la idea de enfrentar a la gente en las las elecciones, en las calles, en cualquier espacio civil”, señaló. 

Venezuela, hoy

La situación económica en la República Bolivariana no es precisamente sólida. Desde que Maduro sucedió al fallecido líder Hugo Chavez en 2013, la inflación anual se disparó a una cifra de tres dígitos (se calcula que llegue a 720% al finalizar 2016); el PBI se contrajo un 5,7% solo el año pasado; el precio del petróleo, su base financiera, pasó de USD 120 en 2013 a USD 42 durante agosto de 2016.

A esto se le suma la inestabilidad política, con una constitución que avala la reeleción indefinida de todos los cargos estatales elegidos por el voto popular, y con un gobierno que elige la persecución y hostigamiento de los partidos opositores. Según Human Right Watch, 21 personas fueron apresadas en los últimos cuatro meses acusadas de planificar, instigar o participar de manifestaciones de protesta contra la gestión de Nicolás Maduro. 

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Lo que agrava aún más la situación es la tensión social que se vive en este país en la actualidad: fallecimientos por falta de medicinas, tanto en farmacias como en hospitales; horas de filas para poder comprar alimentos en los mercados; inseguridad; censura a la (poca) prensa independiente.

OEA

Además de las presiones internas, el gobierno venezolano viene recibiendo desde finales de 2015 el reclamo del secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, para que permita la realización del referéndum en 2016. Como respuesta, no ha recibido más que agravios.