Un asesinato en masa en uno de los países más seguros del mundo incrementa aún más el terror

Japón es uno de los países más seguros del mundo. La cantidad de homicidios  disminuyó considerablemente en los últimos 50 años, alcanzando a ser uno de los países con la menor cantidad de  crímenes del mundo. 

El crímen en Japón

Según un estudio publicado en el 2013,  las Naciones Unidas reportó una serie de factores que probablemente impulsaron esta seguridad. Los mismos son una baja desigualdad económica, leyes estrictas del control de armas, un fuerte sistema criminal, un firme rechazo de la violencia, y el estigma social contra el crimen. 

Tal es el efecto de estos factores, que en el 2015, Japón  reportó el número de crímenes más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.

En este sentido, en el 2013 la tasa de homicidios fue de 0,3 por 100 000 personas en Japón y de 3,8 en Estados Unidos. Ese mismo año, se reportaron 13 asesinatos con armas en Japón contra 8454 asesinatos en Estados Unidos. La diferencia es insólita.  

A pesar de ser uno de los países más seguros del mundo, el  26 de julio en la madrugada, a Japón le tocó vivir un asesinato en masa. 

El autor de esta atrocidad,  Satoshi Uematsu, fue un antiguo empleado del Centro para los Minusválidos en Tokio. El mismo irrumpió en el centro con el propósito de «matar a todos los minusválidos», asesinó a 19 personas con un cuchillo y  dejó a unas 25 personas más heridas, aunque ninguna con heridas serias.

Este fue el peor asesinato en masa que Japón sufrió en las últimas décadas, encabezando la lista corta de asesinatos masivos en el país en la decadas recientes.

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Recordando algunos de estos asesinatos masivos... 

En el año 2008 un hombre, que trabajaba en una Industria Automotriz,  atropelló y luego acuchilló a varios peatones con un camión alquilado en Akihabara, Tokio. Asesinó a 7 personas.  

Unos años antes, en el 2001, un hombre atacó con un cuchillo a a los estudiantes de la Escuela Ikeda Elementaria en Osaka. Asesinó a 8 e hirió a 15 estudiantes. 

Retrocediento varios años, en el 1995, la secta  Aum Shinrikyo lanzó gas sarín en el metro de Tokio. Se trata de un gas incoloro e inodoro, que es considerado un arma de destrucción masiva, por su característica de gas nervioso. En otras palabras, este gas es capaz de inhabilitar el mecanismo por el cual el sistema nervioso envia mensajes a todos los órganos. La secta asesinó a 13 personas y dejó a miles de personas enfermas. 

En 1982, se presume que el piloto del vuelo 350 de Japan Airlines, McDonnell Douglas, estrelló el avión contra la Bahia de Tokio. Asesinó a 24 personas. 

Esta lista, está lejos de ser completa, pero es un intento de recordar que a pesar de que Japón es un país sumamente seguro, estas cosas suceden ahí también, porque  donde hay seres humanos siempre habrá crueldad. 

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