Turquía arrestó a 13 periodistas locales acusados de apoyar el intento golpe de Estado

En medio de la ofensiva del Gobierno por reprimir a los involucrados en la fallida operación militar de julio de este año, que quiso desplazar del poder al presidente, Recep Erdoğan, el gobierno de Turquía detuvo este lunes (31 de octubre) a 13 periodistas, entre ellos a Murat Sabuncu, editor en jefe del diario Cumhurriyet. Los arrestos ocurren luego de que 15 emisoras de TV fueran clausuradas este fin de semana.  

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El gobierno considera que los periodistas son responsables de haber publicado noticias para “legitimizar el golpe de Estado”. El fiscal general de Estambul dijo que estos profesionales fueron acusados “no solo de ser miembros del FETO y del PKK [agrupaciones terroristas que, se sospecha, participaron de la rebelión], sino también de cometer crímenes en nombre de esas organizaciones de terror”. 

Los 15 medios de comunicación kurdas clausuradas, son señaladas por las autoridades por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que desde hace 30 años ha protagonizado enfrentamientos armados contra el Estado turco. 

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Edificio del diario Cumhurriyet

La ofensiva del Gobierno contra medios de comunicación y periodistas fue la última operación contra los eventuales kurdos. El jueves, las autoridades detuvieron dos alcaldes de la ciudad kurda Diyarbakir, al sureste del país. También, durante este fin de semana, 10 mil empleados públicos fueron despedidos de las arcas del Estado.  

Los kurdos constituyen un pueblo que habita en la región de Kurdistán, ubicada principalmente en los estados de Siria, Iraq, Turquía e Irán. Ha estado involucrada con agrupaciones rebeldes y terroristas.  

Cronología del intento de golpe

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El 15 de julio de 2016, Turquía vivió un fallido golpe de Estado militar contra el gobierno del presidente Recep Erdoğan. Tanques militares ocuparon las calles de la capital, Ankara, y de Estambul, al mismo tiempo que soldados rebeldes al mandatario cortaron el Puente Bosphorus, que conecta la parte asiática del territorio turco con la europea.   

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Para impedir el flujo de comunicación, las fuerzas militares ocuparon la televisión pública y algunos medios privados (detuvieron las transmisiones de CNN Turquía), además de obstaculizar las redes sociales, por lo que el líder del Gobierno se dirigió al pueblo mediante FaceTime y urgió a los ciudadanos a tomar las calles y oponerse al golpe.  

Luego de algunas horas y tras los ataques al palacio presidencial, el Servicio de Inteligencia Turco declaró que el golpe se había terminado. El saldo fue de 265 muertos, entre ellos 47 civiles; el resto eran militares sublevados y policías leales al presidente Erdogan. Detuvieron a 2839 militares sublevados y destituyeron a 2745 jueces.

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Recep Erdoğan, presidente de Turquía

Se trató del quinto golpe de Estado organizado por el Ejército turco en la historia republicana de ese país, pero el primero en fracasar.