Tranquilo Bono, Amy Schumer quizás no sea la solución para la paz mundial

Hablando frente al Senado de los Estados Unidos, el rockero irlandés y conocido activista,  Bono sugirió algo para luchar contra el extremismo violento y sus consecuencias (en Asia y África, lugares que ha recorrido bastante) que nos pareció que merece la pena ser comentado. 

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Bono dice: "creo que la comedia debería ser desplegada. La primeras personas que Adolf Hitler sacó de Alemania fueron los dadaístas y los surrealistas. Si hablas violencia, hablas su idioma. Si te ríes de ellos, les sacas su poder. Así que sugiero que mandemos a Amy Schumer, a Chris Rock y a Sacha Baron Cohen".  

Para ser justos, no es la única ayuda o forma de luchar que propone, pero hace a la cuestión que intentaremos analizar.

Hay 60 millones de refugiados en el mundo, un número históricamente enorme, el más grande desde la Segunda Guerra Mundial

Son personas desplazadas a la fuerza, que han perdido su hogar, a causa de conflictos llevados a cabo en su mayoría por minorías extremistas y violentas, que detentan poder. Son realidades que se viven en Oriente Medio, en África, y que son impensables para quienes apenas miramos, o apartamos la mirada, de este lado.

Viven desarraigados, en condiciones de muchísima pobreza y precariedad. La foto debajo es de Dadaab, entre Kenya y Somalia, el campo de refugiados más poblado del mundo: ahí viven más de 300.000 personas. ¿Y ahora qué? Pasan los años, y las décadas.

Algunos buscan asilo en Europa. Y Bono va a visitarlos, digamos, "en calidad de Europeo y activista" como explica en su columna de opinión al New York Times

Imagen Getty Images

¿Cuál es el problema con las "propuestas" o el rol de Bono aquí?

Bono es una celebridad. Vive en un mundo de privilegio. No le prestamos atención porque haya estudiado el tema o porque sus opiniones sean informadas, meditadas y sensatas. Ni siquiera nos refleja, la vida de un rockstar no se parece a la nuestra, y menos a la de un refugiado. Quizás Bono pueda pasear por ahí y luego hablar al Senado sobre comediantes. Yo no tendría el valor. 

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Bono es una celebridad y es precisamente por eso que podríamos argumentar que "le da visibilidad" a una tragedia. Sobre todo, una tragedia que se ha ido perpetuando y que hoy no sabemos cómo sentirla, cómo pensarla, mucho menos cómo empezar a remediarla. 

Cuando Bono va a esos lugares, está viajando. Y es casi como un "turismo", una ficción. Para él, que mira, para ¿tratar de sentir algo? y para nosotros, que miramos a través del computador. Y Bono es una celebridad y los comediantes aquí parecen un mal chiste. Ayudar, aliviar, pero ¿nosotros darles risa a ellos? ¿En serio, Bono?