¿Tienes ganas de apachurrar a estos tiernísimos perritos? No enloqueciste, aquí la explicación

Por razones de investigación científica, te invitamos a ver este video:

¿A poco no te dan ganas de apachurrar esa bolita de amor hasta que explote en mil pedacitos?

PUBLICIDAD

Sí, esa reacción suena terrible, pero es súper común. Seguro has visto a algunos papás (o eres uno de ellos) que no resisten las ganas de morderles las manitas o los piecitos a sus bebés. Aunque en perspectiva suena extraño que algo te dé tanta ternura que quieras ponerte ligeramente violento, este fenómeno sí tiene una explicación científica.

Estas manifestaciones contradictorias reciben el nombre de " expresiones dimorfas". En 2015 se publicó el estudio "Expresiones Dimorfas de Emoción Positiva: Exhibiciones de Cuidado y Agresión en Respuesta al Estímulo Adorable" de la Universidad de Yale, el cual desentrañó este misterio.

Dicho trabajo confirmó la hipótesis inicial de los investigadores: cuando algo nos provoca demasiada ternura, nuestro cerebro reacciona de manera contraria en un intento por equilibrar nuestras emociones. Por eso también lloramos cuando estamos muy felices o reímos cuando estamos nerviosos.

El experimento consistió en enseñarles fotografías de bebés a 143 personas. Había dos tipos de fotos. En uno se exageraron los rasgos infantiles para volverlos todavía más adorables, como agrandar sus ojos y sus cachetes. El otro tipo fue lo contrario, se atenuaron estas características para que los bebés mataran menos con su lindura.

Los resultados demostraron que los bebés más adorables despertaron más ternura y también más agresión. Para reconocer si este tipo de reacciones eran comunes en otras situaciones, los participantes contestaron un cuestionario con afirmaciones como: "Me puedo emocionar tanto cuando algo emocionante pasa que hasta grito" o "Puedo estar tan enojado que me río".

PUBLICIDAD

Así que la próxima vez que algo te de tanta ternura que te lo quieras comer o estés tan asustado que no puedas dejar reír, ya lo sabes. No estás enloqueciendo sin remedio, es tu cuerpo balanceando tus emociones.

Te recomendamos (y sabes que quieres): Estos bebés bailando te sacarán más de una sonrisa hoy