'The Last of Us'no se merece ganar 'Juego del año' por una injusta razón
El 10 de diciembre del 2020 se llevó a cabo la gala de The Game Awards, un evento que pasará a la historia no solo por las condiciones en las que se realizó, ya que por la pandemia no pudo tener publicó en vivo, sino también por el ganador absoluto de la noche: The Last of Us: Part II.
El videojuego de Naughty Dog se llevó a casa siete trofeos, por Mejor videojuego, Mejor narrativa, Mejor diseño de audio, Mejor interpretación (por Laura Bailey como Abby), Innovación en accesibilidad y Mejor juego de Acción / Aventura.
Existen muchos argumentos a favor o en contra de esas distinciones, pero es inaudito que The Last of Us: Part II, después de causar un inmenso estrés y agotamiento en sus desarrolladores, también haya sido reconocido por la Mejor dirección.
The Game Awards, en su sitio de Internet, define que el premio a Mejor dirección se otorga al videojuego que muestre «Una excelente visión creativa e innovación en la dirección y diseño del juego»
Esta descripción deja muy claro que la responsabilidad de ganar o perder ese reconocimiento recae en las personas a cargo de liderar el proyecto.
En el caso de The Last of Us: Part II, ese sería el director y copresidente de Naughty Dog, Neil Druckmann, quien es la principal figura y quien obtiene los halagos por el éxito de la franquicia.
No es para nadie un secreto que Naughty Dogs sometió a sus empleados a niveles de estrés impensables con tal de que The Last of Us: Part II se estrenara en la fecha prometida.
Evidentemente, eso no es una innovación en la industria, de hecho ese estudio de desarrollo de videojuegos en particular ha experimentado una rotación de personal sorprendente en los últimos años.
Horas extra interminables, trabajar en los fines de semana o largos periodos de tiempo sin ver a su familia son algunas de las cosas que provocan que varios desarrolladores tiren la toalla, sobre todo antes del estreno de grandes proyectos de la empresa, como The Last of Us o Uncharted.
Un desarrollador le comentó a Kotaku en una entrevista que ya había llegado a su límite, ya que las constantes noches en vela para cumplir con la fecha de entrega de un videojuego nuevo ya habían comenzado a minar su salud.
Es claro que este tipo de crisis en una empresa tan importante es provocada por la falta de liderazgo, ya que depende únicamente de los directores y productores planear las cargas de trabajo y los tiempos de producción para garantizar que se cumplan los objetivos sin afectar a los trabajadores.
Naughty Dog es famoso por llevar a sus empleados al límite con tal de conseguir sus objetivos, por lo que hasta que no cambien esas políticas tan abusivas con sus desarrolladores, no deberían de ser siquiera contemplados para el premio por Mejor dirección.
En su lugar, el que merecía ese trofeo era Hades, del estudio Supergiant, ya que ofrecen a sus trabajadores tiempo libre ilimitado y por lo menos 20 días personales al año.
Los correos laborales dejan de enviarse después de las 5 de la tarde, y todos los empleados parecen apoyarse como un verdadero equipo.
No es culpa de Naughty Dog que hayan recibido ese premio, sino de los propios organizadores de The Game Awards, ya que deben de poner más cuidado en la selección de sus nominados y en los ganadores. Decisiones como la de otorgar el trofeo a Mejor dirección a The Last of Us: Part II afecta el prestigio del certamen.
Échale un ojo a esto: