Tecnología, cyborgs y sexo con robots

El problema de la ciencia ficción es que a medida que la ciencia y tecnología avanzan, se va haciendo más ciencia y menos ficción. Es el caso de los cyborgs, que si bien aún no han sido materializados, es innegable que en un futuro indeterminado estarán inevitablemente caminando entre nosotros.

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Claro que no serán máquinas de matar encargadas de salvar a la humanidad (eso esperemos), pero si nos ponemos a filosofar un poco no es difícil imaginar situaciones en las que se generen conflictos e incertidumbres en su interacción con los seres humanos. Pensemos en el aspecto de los derechos humanos, en el de las relaciones... incluso en el caso de las relaciones sexuales.

Anna Russel de la Universidad de San Diego nos advierte sobre ello, y ha publicado un interesante artículo titulado Blurring the love lines ( Difuminando las líneas del amor) en Computer Law and Security Review en el que la problemática se analiza a fondo.

Russel dice:

Por más que los humanoides sean un paso gigante en términos tecnológicos, si un humanoide autosuficiente, súper inteligente, con pensamiento y con sentimientos es desarrollado, el sistema legal estaría muy presionado para distinguir legalmente a esta criatura de los demás actores humanos en terrenos no separados del prejuicio religioso y moral... Será inevitable que algunos temas legales se vuelvan más importantes y las líneas del amor [La autora utiliza 'love', pero se refiere a relaciones humanas que involucran sentimientos] se difuminen... No está claro en qué medida se regularán las actividades sexuales ni como trabajará este tipo de regulación.

Las especulaciones de Russel pueden todavía parecernos lejanas y fantasiosas. Pero no olvidemos que en este mismo año la ciencia ha creado el primer robot científico. ¿Qué le impide ir algunos pasos más allá de él?