Si eres de verdad inteligente, hay 8 características en tu personalidad que lo reflejan
El enigma de qué es la inteligencia y cuáles son sus principales tipos siempre ha cautivado al mundo científico. Y un gran número de estudios se ha enfocado en dilucidar cuáles son las características que comparten las personas inteligentes:
1. Buen autocontrol
En este estudio de 2008, científicos de varias universidades de psicología en Estados Unidos estudiaron la relación entre el autocontrol y la inteligencia. Como ellos señalan, el autocontrol está relacionado a la inteligencia, aunque «la base de esta relación es incierta».
Finalmente, los resultados revelaron que, en efecto, más autocontrol estaba asociado a más inteligencia, «en parte debido a procesos en la corteza prefrontal anterior, una región conocida por sustentar la integración de información diversa».
2. Sentido del humor
Como indica Gil Greengross, psicólogo de la Universidad de Nuevo México, en Humor Sapiens, «él éxito de los comediantes no solo depende de su capacidad de producción de humor espontáneo a corto plazo sino también de su habilidad [...] para crear y perfeccionar un acto efectivo [...] para diferentes audiencias, en diferentes ciudades, con diferentes gustos, rasgos, antecedentes y niveles de embriaguez».
Además, Greengross no está solo: hay diversos estudios que sustentan dicha teoría. En ellos, se ha evaluado el nivel de inteligencia de los participantes y luego se les pidió crear humor de diferentes formas, como mediante una tira cómica o monólogos. Los científicos descubrieron que, efectivamente, existe una asociación entre los mayores niveles de humor y los niveles de inteligencia más elevados.
3. Ser sensible con los demás
La empatía o la comprensión de lo que los demás sienten es una muestra de inteligencia, sobre todo de inteligencia emocional. «Cuando hablamos con personas ajenas a nuestro círculo social habitual, nos encontramos con vidas y cosmovisiones muy diferentes a las nuestras», señala Roman Krznaric, autor de Empathy: A Handbook For Revolution, en el sitio Greater Good, de la Universidad de California en Berkeley.
Como señala Krznaric, al entender más a los demás, al ser más sensibles o al generar más curiosidad, aprendemos más del resto. Esto nos permite crecer a través de la experiencia.
4. Capacidad de relacionar conceptos diferentes
La relación entre la creatividad y la inteligencia no es una novedad y ha sido estudiada desde hace mucho tiempo. En este sentido, casi todos los estudios coinciden: las personas más creativas son más inteligentes. Y, dentro de la creatividad, una de las grandes señales es relacionar conceptos diferentes.
«Sus cerebros son capaces de encontrar soluciones menos convencionales y de pensar de maneras más flexibles», afirma Anna Antinori, de la Universidad de Melbourne, en un estudio sobre la creatividad. Gracias a eso, ven cosas que los demás no vemos.
5. Una mente abierta
Cuando una persona tiene una mente abierta, está más dispuesta a escuchar a los demás, aun a pesar de las diferencias. Cuando una persona de mente abierta escucha y aprende, se vuelve más inteligente.
En un artículo de la Universidad de Pennsylvania, se confirmó que si una persona es de mente cerrada, terminará creando un sesgo de confirmación en la información que consume, en su entorno y en las personas con las que se relaciona. Y eso es un atentado a la inteligencia.
6. Curiosidad insaciable
Cuando una persona es curiosa suele tornarse más inteligente. La línea de este pensamiento es sencilla: mediante la curiosidad obtiene nueva información que no conocía. Y el proceso se retroalimenta, en tanto la curiosidad brinda más información y esa información genera más curiosidad.
La curiosidad, en ese sentido, es la clave de aprender cosas nuevas, lo que, al fin y al cabo, nos vuelve más inteligentes.
7. Saber adaptarse
Por un lado, el saber adaptarse exige inteligencia. ¿Cómo podríamos adaptarnos a los cambios si no tuviéramos la capacidad intelectual para hacerlo? Por otro lado, la inteligencia también se obtiene de dicha adaptación, al experimentar temas nuevos, salirse del área de confort y conocer realidades diferentes.
En un estudio de la Universidad de Tarapacá, en Chile, «el análisis de los datos reveló una correlación positiva y significativa con ambas medidas de la inteligencia emocional». «Los resultados evidenciaron que la inteligencia emocional percibida se relacionó con las variables mencionadas [en el estudio], entre las que se destacaba la resiliencia».
8. Saber que no lo sabes todo
En un estudio llevado a cabo por los investigadores Justin Kruger y David Dunning en 1999, hallaron que las personas que más saben sobre un tema tienden a creer que saben menos que aquellas que en verdad no saben sobre ese tema. Es decir, los que menos saben, suelen creer que saben más; un efecto conocido como el efecto Dunning-Kruger.
En este sentido, parte de la inteligencia es evitar caer en creer saberlo todo. Saber cuánto no sabemos en realidad, cuánto nos falta saber o cuánto nunca podremos saber es parte de entender tanto el mundo como nuestra propia inteligencia, y parte de la inteligencia misma. Conocer nuestras carencias nos vuelve inteligentes.
En este sentido, la historia del oráculo de Delfos tiene mucho para decirnos. Según la mitología griega, cuando le preguntaron quién era el hombre más sabio de Grecia, la pitonisa respondió: «Sócrates». Pero, ¿qué tanto sabía Sócrates?
«Solo sé que no sé nada», decía Sócrates. Pero, en verdad, sí que sabía mucho. Con esa frase, el filósofo solo buscaba ilustrar una idea: cómo, en realidad, nos sabemos nada con absoluta certeza y que la mayor sabiduría radica en entender la imperfección de nuestro pensamiento y la carencia de nuestro conocimiento.
En resumen, estas son 8 de las características de una persona inteligente de acuerdo a la ciencia. No obstante, no son las únicas y no necesariamente la ausencia de una de ellas habla mal de nosotros. ¿Cuántas de ellas tienes?
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