Según la ciencia, este es el momento ideal para tomar decisiones

Levantarse temprano es para algunos una tarea agobiante y difícil de lograr, mientras que otros se levantan antes de que suene el despertador porque ya sienten que han dormido lo suficiente. 

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La ciencia ahora ha confirmado que las personas matutinas tienen una gran ventaja. Un estudio publicado por la Asociación de Ciencia Psicológica, reveló que la habilidad de toma de decisiones se vuelve peor al final del día y tiene su mejor momento en la mañana.

Cronotipos y hábitos de sueño

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Los investigadores le pidieron a 100 jugadores de ajedrez online (que tienen que tomar decisiones constantemente) que respondieran preguntas sobre sus hábitos de sueño y así determinar sus cronotipos.

Los cronotipos son diferencias en los ritmos circadianos de los individuos. Influyen en las elecciones de las personas para ir a dormir y despertarse. Bajo este término, aquellos que prefieren despertar temprano se conocen como alondras, mientras que aquellos que les gusta quedarse hasta tarde en la noche se conocen como búhos.

Si bien las alondras y los búhos tienden a mostrar un pico de habilidad mental en diferentes momentos del día, los investigadores se sorprendieron al ver que ambos grupos de jugadores tomaban decisiones lentas y precisas en la mañana y decisiones más rápidas y descuidadas al final del día.

Decisiones matutinas

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Los investigadores encontraron que los jugadores deciden más rápido y con menos precisión a medida que avanza el día, llegando a una meseta a primera hora de la tarde. Este efecto se observó en todos los jugadores, independientemente de su cronotipo, lo que indica que los cambios en el tiempo de decisión se determinan principalmente por el momento del día.

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No había un momento del día en el que los jugadores eran más eficientes en la toma de decisiones, pero los datos sugieren que los jugadores empleaban estrategias diferentes de toma de decisiones dependiendo de la hora del día.

Durante la mañana, los jugadores adoptaban una política de prevención, jugando más lento y con mayor precisión, mientras que durante la noche, adoptaban una política de juego más riesgosa, tomaban decisiones más rápidas pero menos precisas.