Salem: cuando el genocidio es una celebración

Uno de los refranes que más marcó mi infancia es el que dice " pueblo chico, infierno grande". De pequeña no entendía cuál era el mensaje, más bien me parecía algo drástico, pero efectivamente impactante.

PUBLICIDAD

Pero ya de grande uno va entendiendo que la mayoría de los pueblos pequeños no son como Stars Hollow, son como Salem. Este infame pueblo de Massachusetts, Estados Unidos, es tremendamente popular por llevar a cabo los llamados Juicios por Brujería que ocurrieron entre febrero de 1692 y mayo de 1693.

Digo "llamados" porque de juicios no tenían nada. Lo que ocurría era que las mujeres que parecían algo diferentes, eran solteras o cualquier otra característica que al resto del pueblo no le gustara, eran acusadas de brujería. El "juicio" consistía en ahorcarlas, si sobrevivían quedaba confirmado que eran hechiceras del mal. Si no sobrevivían pues... oops.

No, bueno, en realidad se creían que habían conseguido acabar con el mal y se felicitaban por su gran trabajo de cazadores de brujas. Pero eso era el siglo XVII, y aunque no es justificación para semejantes atrocidades, seguramente menos lo es ahora, en el siglo XXI.

Que sí, tiene su versión modernizada de cacerías de brujas, con políticos persiguiendo refugiados, o religiones, o razas, o preferencias sexuales. Pero no vamos hablar de eso, nos vamos a quedar en Salem y su tradición.

Uno pensaría que siglos después de la masacre donde más de 20 personas fueron asesinadas, la historia al menos tendría la decencia de recordarlo como el genocidio que fue, pero no. No, Salem sigue celebrando la cacería de brujas. Y la cultura pop no ayuda, con películas, y demás parafernalia.

Resulta que en lugar de lamentarse, la gente se disfraza de una versión caricaturesca de estas pobres mujeres y saca provecho económico de eso. Con ferias y celebraciones en los aniversarios y, claro, en Halloween.

Es decir, la gente de Salem decidió lidiar con el mayor crimen cometido en su territorio transformándolo en una atracción turística. Hablamos de parques de diversiones temáticos. Y ya sé que saldrán los abogados del diablo a alegar que en Halloween todo el mundo, más o menos, se aferra a lo pagano para hacer una fiesta. Después de todo es la "noche de brujas". Pero no, en Salem esta es una fiesta de todo el año, no solo el 31 de Octubre, ni siquiera es todo octubre. Son los 12 meses.

Y están súper orgullosos de esto. Hay museos, tiendas de souvenirs. Es que hasta el departamento de policía de Salem refleja la posición del pueblo como un todo:

En conclusión. Salem es un pueblo que no solo no siente remordimiento alguno por haber masacrado a una veintena de personas por un crimen tan absurdo como la brujería, sino que están profundamente orgullosos de eso. Hay historias de terror que no se pueden inventar.

Claro que tampoco se trata de que Salem sea la única instancia en que los estadounidenses transforman un genocidio en una fiesta. No olvidemos Thanksgiving, que además terminó teniendo un tono religioso, lo que, francamente... Aunque ahora es más bien una excusa para comer a destajo y beber vino. Mi tipo de fiesta.