¿Sabías que en Argentina 1 de cada 4 mujeres sufrió un ataque sexual?

Como te contamos, estuvimos en las charlas TEDx Río de la Plata edición 2015 y fueron muchos los oradores que nos dejaron pensando. Inés Hercovich fue una de ellas. Inés es Socióloga y escribió el libro "El enigma sexual de la violación", para el que recopiló diferentes entrevistas a mujeres que sufrieron algún tipo de ataque sexual.

En su charla TED habló de la importancia de no culpabilizar a las víctimas y de cómo la sociedad las señala con el dedo volviendo a convertirlas en víctimas.

El público escuchó atento el relato de Inés y al terminar la charla los aplausos y la emoción se apoderaron del salón repleto de gente emocionada. El dato más revelador de la charla fue preocupante: a lo largo de sus vidas  1 de cada 4 mujeres sufre un ataque sexual que puede terminar en violación.

Conocé cómo es la situación de las mujeres que sufrieron un abuso sexual en nuestro país y cómo podés hacer para ayudar a no victimizarlas, una vez más.  

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¿Por qué revictimizamos a las víctimas?

Seguramente si alguien nos pregunta si estaríamos dispuestos a maltratar a una mujer todos diríamos que no. Sin embargo, son muchas las veces que lo hacemos y no nos damos cuenta. Las mujeres que sufren abuso sexual son víctimas, pero no sólo de sus agresores sino también de sus familiares, amigos y entorno social en general. ¿Por qué? Porque somos nosotros, como sociedad, los que muchas veces cuestionamos los relatos de las víctimas y no nos damos cuenta de que estamos revictimizándolas. "Mirá lo que tenía puesto", "¿qué hacía esa chica ahí a esa hora?" o "ella se lo buscó" son algunas de las más comunes acusaciones sin sentido ante un caso conocido de abuso a una mujer. Sea por machismo o por ignorancia, ella se convierte en culpable de su propio mal.  

Según Inés Hercovich las personas creen que una mujer que sufrió un ataque sexual debe defenderse a la fuerza y si no lo hizo entonces no se resistió, pero en su relato nos cuenta que este concepto está equivocado. Existen muchas otras formas de resistirse sin hacer uso de la fuerza, aunque la mayoría de las personas no lo entienda y lo juzgue. Una mujer que está sufriendo un abuso puede entender la situación en la que está e intentar, mediante el relato por ejemplo, defenderse.

Pero son pocas las personas que lo entienden, mientras que el resto opera con un pensamiento más lineal y asumen que si una mujer no se defendió utilizando su fuerza, entonces no fue abusada.

¿Qué podemos hacer?

Ante este panorama lo primero que nos surge pensar es qué podemos hacer para no perjudicar a una mujer que pasó por una situación de acoso. Lo ideal sería no juzgarla o hacerla sentir en falta, sino poder empatizar con su relato, entenderla, hacerla sentir cuidada y protegida. No es nuestra responsabilidad como individuos resolver su situación legal, pero sí podemos colaborar sin juzgar. 

En nuestro país existen instituciones a las cuales podemos acudir para hacer las denuncias correspondientes asistidas por profesionales capacitados para actuar ante este tipo de casos. La línea 137 es gratuita y es una de ellas. Existen varios organismos (Comisarías de la Mujer, por ejemplo) a los cuales una mujer puede recurrir para poder denunciar un caso de violación.

Según cifras del Ministerio de Salud de la Nación de cada 100 casos que se denuncian solo 1 se esclarece. Que el silencio ante una situación así no sea una opción y que el miedo a lo que van a decir los demás no paralice. Si necesitás o conocés a alguien que necesite denunciar un caso de ataque sexual, ayudá a que lo haga.

Inés nos dejó pensando sobre la importancia de nuestro accionar como sociedad y siempre que esté en nuestras manos poder ayudar está bueno que antes de opinar ante un caso de ataque sexual podamos ponernos en el lugar de la víctima y evitar victimizarla una vez más.

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