¿Qué tipo de conductora eres?

Mientras transitamos por las calles de la ciudad, nos topamos con diferentes tipos de automovilistas y mujeres con habilidades muy especiales para conducir... y hacer mil cosas más. ¿Reconoces cuál eres tú?

#5 La que siempre lleva prisa

"¡Es tarde, muy tarde, tardísimo!" Eso es lo que vas pensando a la vez que aprietas el acelerador, aunque el semáforo ya esté en amarillo y solo tengas un espacio reducido para frenar. Rebasas coches porque ¡te desesperan MUCHÍSIMO! las personas que manejan lento. Tú no necesitas un auto ¡necesitas un helicóptero! Pero cuando llegas tu destino, prometes que mañana saldrás más temprano (ajá, ajá).

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#4 La que dirige a los demás y les enseña a manejar

"¡Apúrate! ¡Pon tus direccionales! ¡Avanza!", vas gritando con todas tus fuerzas. No pueden escucharte con los vidrios cerrados, pero te ves muy chistosa agitando manos y brazos en tu afán de dirigir el tráfico. Al parecer deberían de darte el empleo de policía vial, porque si las personas siguieran tus instrucciones, el tránsito sería más fluido y bajaría la tasa de accidentes.

#3 La cantante aficionada a la buena música

La Chimoltrufia te queda corta. Cantas a todo pulmón y crees -ilusamente- que el de al lado no te escucha porque llevas las ventanas cerradas. Pero ¿qué crees? a veces sí se oyen los gritos y pueden verte dándole rienda suelta a la coreografía de la canción. 

#2 La que tiene todo el tiempo del mundo

¿Los claxons se escuchan a tu alrededor y tú crees que te están saludando? Seguramente tardas en notar que vas "un poco l e n t o", y es que el camino te da tantas cosas en qué pensar que seguramente no tienes prisa. Disfrutas manejar, vas observando el paisaje y no es tu problema que los demás estén apurados. Tú tienes “todo el tiempo del mundo”.

#1 La conductora multifunciones

¡Delicioso el desayuno! Le pones crema al café, tomas un panecillo de la bolsa, les dices a los niños que se estén quietos, sintonizas las noticias, subes el volumen, pero… ¡¡¡vas manejando!!! ¿Y qué importa? Tu atención de mujer te permite hacer mil cosas a la vez.

¿Se te ocurre otra? ¡Cuéntanos!