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¿Qué son las “ciudades santuario” y cómo Trump está tratando de eliminarlas?

Publicado 27 Ene 2017 – 04:30 PM EST | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Por definición, la palabra santuario significa lugar sagrado o templo donde se adora a un santo, generalmente localizado en las afueras o lejos de las ciudades. La otra acepción de la palabra se refiere a un lugar que por alguna razón merece respeto o consideración. Esta última es la que más se acerca al uso que se le da dentro del término “ciudad santuario”.

En Estados Unidos, las ciudades santuarios son todas aquellas que ejercen pólizas y procedimientos mucho más benévolos con los inmigrantes. Cabe aclarar que cuando usamos aquí el término “ciudad” estamos traduciendo directamente del inglés “city”, que en realidad se refiere a los municipios y no a las grandes urbes.

La aplicación de las leyes de inmigración, incluyendo los procesos de deportación, son responsabilidad de agencias federales como el Department of Homeland Security ( DHS) y el Immigration and Customs Enforcement ( ICE). Las ciudades o municipalidades y los condados no tienen una responsabilidad legal directa en ninguno de estos procesos. Es por eso que la postura en cuanto a los procedimientos de inmigración, y fundamentalmente las deportaciones, quedan a discreción de las autoridades locales. Algunos condados deciden cooperar estrictamente con las autoridades federales de inmigración. Otros condados deciden no hacerlo y es entonces que son llamados ciudades santuario.

El término comenzó a usarse en 1979 en Los Ángeles, luego de que la administración de la ciudad decidiera que sus cuerpos policiales no deberían preguntar el estatus migratorio de los detenidos. Unos 168 condados han adoptado esta postura migratoria desde entonces hasta la fecha. Entre ellos se encuentran muchas de las urbes más grandes y cosmopolitas del país como New York, Washington DC, Boston, Austin, Los Ángeles, Miami, Seattle, Atlanta, Chicago, Philadelphia, etc.

Debido a que se trata de una póliza local no regulada por la ley que se basa en la interpretación de lo que se debería hacer, cada ciudad santuario opera de una forma única con respecto al tratamiento que le da a las personas indocumentadas. Algunas de ellas se limitan a no usar a la policía para capturar indocumentados, dejando que ICE y DHS hagan su trabajo. Otras van más allá y tienen regulaciones favorables para los indocumentados. Algunas ciudades santuarios ofrecen a los indocumentados la posibilidad de obtener una identificación legal o ID, procesan las órdenes de deportación en cortes civiles y on criminales, y destinan fondos públicos para asignar abogados de turno que los defiendan en corte.

El futuro es incierto

Sin embargo, las ciudades santuarios están más amenazadas hoy que nunca. En su primera semana como presidente, Donald Trump emitió una orden ejecutiva Donde pide a las ciudades santuarios colaboración con las deportaciones. Trump quiere que las ciudades informen a las autoridades de inmigración cada vez que arresten a un indocumentado por razones comunes. También quiere que las ciudades publiquen una lista de los crímenes cometidos por los indocumentados.

Trump también le pide al Department of Justice que le retire a las ciudades santuarios los fondos federales que reciben para cuestiones de seguridad, si estas se niegan a cooperar con su orden ejecutiva. En las ciudades más grandes esto representa un 10% del total de fondos federales que reciben. Para New York, por ejemplo, esto se traduce en más de $8 mil millones en fondos que podrían desaparecer.

Según el Washington Post, 99 ciudades santuarios ya han aceptado la orden ejecutiva de Trump y comenzarán a endurecer su posición sobre el tema, mientras que las otras 69 han dicho NO a la movida del nuevo presidente. New York, Los Ángeles, Chicago, New Haven, Austin y Syracuse son algunas de las que se mantienen como santuarios hasta ahora. A pesar de que muchos la consideran inconstitucional, esta orden complica mucho la situación de los indocumentados en Estados Unidos y alimenta la incertidumbre sobre el futuro de las ciudades santuario.

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