¿Qué es la «sorpresa de octubre» y qué papel ha jugado en las elecciones presidenciales estadounidenses?

La «sorpresa de octubre» ha pasado a ser un tópico habitual en las elecciones presidenciales estadounidenses desde hace décadas.

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Se designa así a cualquier noticia o evento político que ocurre (casual o deliberadamente) durante el mes de octubre, el mes anterior a las elecciones, cuando la influencia que puede ejercer sobre los votantes es muy significativa y prácticamente definitiva.

Otros octubres

Los registros sostienen que el término comenzó a emplearse extensivamente durante las elecciones de 1972, en las que se enfrentaron el republicano Richard Nixon, que iba por la reelección, y el demócrata George McGovern, con el resultado que ya conocemos (es decir: ganó Nixon y después sobrevino el escándalo de Watergate).

Henry Kissinger, el secretario de Estado de Nixon, dio una conferencia de prensa a fines de octubre del 72, 12 días antes de las elecciones, y declaró “creemos que la paz está muy cerca” refiriéndose a la Guerra de Vietnam cada vez más resistida y rechazada por los estadounidenses, cuyo fin la administración Nixon venía prometiendo desde las elecciones anteriores.

Aunque Nixon ya era favorito, este hecho fue considerado decisivo para darle la victoria a Nixon en las elecciones de noviembre. Más que la promesa incumplida por tanto tiempo (y que ahora sería una nueva promesa incumplida: Estados Unidos estuvo involucrado en Vietnam hasta el 75).

Imagen Wikimedia Commons

Pero hay otros antecedentes, aunque el término todavía no estuviera implementado.

Lyndon B. Johnson, que asumió como presidente en 1963 tras el asesinato de JFK, se postuló como candidato oficial para las elecciones de 1964 y quedó atrapado en medio de un escándalo cuando su más antiguo colaborador y mano derecha, Walter Jenkins, fue arrestado por conductas sexuales inapropiadas en un baño público junto a otro hombre.

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Esto podría haber dañado seriamente sus chances de continuar en el cargo, pero se cree que LBJ fue salvado por un par de sorpresas de octubre vinculadas a la Guerra Fría (el cambio de gobierno soviético, las primeras pruebas nucleares de China), que inclinaron al público a votar por él, el candidato más moderado, antes que su rival republicano, el belicista Barry Goldwater (que perdió por un amplio margen).

En las elecciones de 1980 el caso es curioso, porque no hubo sorpresa de octubre, pero sí hay toda una teoría conspirativa al respecto, que sostiene que estaba todo dado para que hubiera una, pero los republicanos lograron postergarla hasta después de ganar las elecciones.

El asunto gira en torno a la crisis de los rehenes estadounidenses en Irán. El nuevo gobierno surgido de la revolución iraní tomó como rehenes 66 diplomáticos y ciudadanos estadounidenses en 1979, el último año de la presidencia de Jimmy Carter (evento que se muestra en parte en la película Argo).

Imagen Warner Bros. Pictures

Si los rehenes eran liberados antes de las elecciones sería un empujón para la campaña de Carter por la reelección, pero si la crisis continuaba sería positivo para los republicanos y su candidato, Ronald Reagan. Esto último fue lo que sucedió.

Los rehenes fueron liberados minutos después del discurso de asunción de Reagan. La teoría conspirativa dice que la administración de Reagan recompensó a Irán por su participación en este complot con armas y otros beneficios.

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Trump vs. Clinton y las sorpresas de octubre 2016

En esta campaña presidencial 2016 se comenzó a hablar de la sorpresa de octubre cuando a comienzos del mes Wikileaks prometió un gran anuncio relativo a las elecciones.

Especialmente los partidarios de Donald Trump, teniendo en cuenta que Hillary Clinton ha sido objetivo habitual de Wikileaks y sus filtraciones, auguraron una sorpresa de octubre que marcaría el fin de las posibilidades de Clinton a la presidencia.

Finalmente el anuncio no tenía nada de revelador —fue una especie de celebración por los 10 años de Wikileaks— y decepcionó a todos los partidarios de Trump.

Lo cual se agravó pocos días después, cuando si ocurrió una sorpresa de octubre, pero que perjudicaba a Trump: el video en el que habla sobre besar y tocar mujeres sin su consentimiento aprovechando su carácter de celebridad, que hizo que varios miembros del Partido Republicano retiraran su apoyo al candidato.

Ahora, a pocos días de que se termine octubre, el escenario nuevamente da un giro de 180 grados y surge una nueva sorpresa, esta vez sí en contra de Hillary Clinton. Este viernes, el FBI informó que llevará a cabo una nueva investigación sobre el servidor privado de emails que Clinton utilizó como Secretaria de Estado, un asunto que ha sido el talón de aquiles de su campaña.

Imagen Getty Images

Hillary Clinton utilizó su servidor privado de email para comunicaciones oficiales del Departamento de Estado, algo que ella misma ha reconocido como un error y que ha generado muchas críticas acerca de su manejo irresponsable de información clasificada.

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En julio, concluyó una investigación del FBI en torno a estos emails, y aunque determinó que Clinton había sido “extremadamente descuidada”, sugirió que no se levantaran cargos en su contra, cosa que efectivamente sucedió.

Pero ahora el director del FBI anunció que reabrirá la investigación, luego de encontrar en una investigación que no estaba relacionada al caso emails que podrían ser pertinentes.

No hay muchos más datos al respecto, pero evidentemente lo que surja de esta investigación puede llegar a ser crucial rumbo a las elecciones presidenciales 2016.