¿Qué es el Día de la Lealtad y por qué se celebra el 17 de octubre?

El 17 de octubre de 1945 una multitud de trabajadores se congregó en la Plaza de Mayo en apoyo al Teniente General Juan Domingo Perón. La fecha abrió el paso a uno de los períodos más importantes de la historia argentina moderna y desde entonces es celebrado cada año como el << Día de la Lealtad>>. Te contamos por qué.

Hagamos historia

Para explicar el fenómeno que dio lugar al peronismo, hay que remontarse a 1943, dos años antes de la multitudinaria marcha. Un golpe militar orquestado por el Grupo de Oficiales Unidos, una agrupación militar a la cual pertenecía Perón, derrocó al presidente Juan Ramón Castillo poniéndole fin a la famosa < >.

Al frente del país quedó a cargo Arturo Rawson, quien fue rápidamente sucedido por Pedro Pablo Ramírez y posteriormente por Edelmiro Farrell. Sin embargo, desde el comienzo de aquella etapa un nombre dentro de gabinete comenzaría a cobrar cada vez más relevancia: el del Secretario de Trabajo Juan Domingo Perón.

Crecimiento popular y político

Su ascenso como figura dentro del gabinete surgió luego de que impulsara un conjunto de leyes laborales reclamadas por el movimiento obrero durante décadas. Fue a través de la reivindicación de estos derechos que Perón se ganó la simpatía de millones de trabajadores.

Entre sus medidas más importantes, se destacan la creación del Estatuto del Peón de Campo, los convenios colectivos de trabajo y la ampliación de medidas que hasta el momento estaban limitadas a algunos sectores (como la indemnización por despido, la jubilación y el aguinaldo).

Su popularidad lo llevaría a escalar posiciones dentro de la administración, al punto de llegar a ocupar simultáneamente la Secretaría de Trabajo, la Secretaría de Guerra y el cargo de Vicepresidente de la Nación.

Sin embargo, su ascenso meteórico comenzó a provocarle todo tipo enfrentamientos con la cúpula militar. La tensión llegaría a su pico máximo durante los primeros días de octubre de 1945, cuando el Presidente Edelmiro Farrell lo obligó a renunciar a todos sus cargos.

Tras su dimisión, Perón realiza un discurso desde la Secretaría de Trabajo donde presenta con detalles un programa de reivindicaciones laborales de avanzada, el cual tuvo gran repercusión en la sociedad argentina, que ya se dividía entre peronistas (sectores bajos, obreros y campesinos) y anti-peronistas (sectores medios, altos y urbanos).

El 11 de octubre, tras una reunión en el Círculo Militar, convocó a elecciones y arremetió nuevamente contra Perón, ordenando su procesamiento y detención. Tras conocerse la noticia, el general escapó junto a su esposa a una isla del Delta, donde fue arrestado el 13 de octubre.

El reclamo popular

2 días más tarde, los principales sindicatos del país se declararon en estado de huelga general para reclamar la liberación del General. La movilización, en principio ignorada por el gobierno, fue creciendo con el correr de las horas y congregó a cientos de miles de trabajadores de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires.

En cuestión de horas, el gobierno perdió el control sobre la situación y se vio obligado a negociar su liberación. A las 23 horas del 17 de octubre de 1945, Perón salió al balcón de la Casa Rosada y brindó el mítico discurso que fue ovacionado por la plaza completa.

Comenzaría entonces su campaña política para postularse como candidato a las elecciones de febrero de 1946, que ganó con el 52,8% de los votos, marcando el inicio de una etapa histórica en la política argentina que, al día de hoy, continúa siendo motivo de debate y polémica dentro de la sociedad.

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