Todos los días, nuestra personalidad se ve reflejada en las pequeñas cosas del día a día: la actitud con la que enfrentamos diversas situaciones de la vida, lo que consumimos y hasta aquello que nos hace reír o llorar. En cada momento, vamos dejando pequeños rastros que indican cómo somos y cuál es nuestra forma de ver el mundo que nos rodea.
¿Qué dice tu firma sobre tu personalidad?


Uno de los ejemplos más claros en los que esto sucede es con nuestra firma: una identificación única e indistinguible. Una firma puede revelar mucho sobre nuestra personalidad, incluso aspectos ocultos que yacen en el subconsciente y que son muy difíciles de reconocer.
La práctica de estudiar y analizar lo que un trazo puede decir sobre nosotros mismos se llama « grafología» y estas son algunas de las cosas básicas que se utilizan para revelar tu personalidad. ¿Estás listo?
El tamaño importa

Si la letra de tu firma es grande, es probable que tengas una personalidad sociable y estés cómodo siendo el centro de atención o alrededor de muchas personas. Esto puede ser indicativo también de confianza y seguridad sobre uno mismo.
Por el contrario, la letra pequeña puede estar vinculada con la introversión y la timidez. No solo eso, sino que en líneas generales también refleja una gran capacidad de síntesis y concentración.
¿«Todojunto» o «e s p a c i a d o»?
Según la Sociedad Española de Grafología los espacios pueden ser indicativos de distintas cosas: desde la manera en la que organizamos nuestro tiempo, hasta reflejar con más exactitud los aspectos más introvertidos o extrovertidos de nuestra personalidad.
Es probable que aquellas personas que escriban su firma con las letras muy juntas sean más proclives a rodearse de gente por miedo a quedar solos. Mientras tanto, los que usan todo el ancho de la hoja posiblemente tengan una noción más positiva de su espacio personal y necesiten más tiempo para sí mismos.
La cohesión de las letras (es decir, si están todas perfectamente conectadas entre sí) indicarán un razonamiento predominantemente lógico. Por su parte, aquellos que escriban separado tendrán una mentalidad más intuitiva. Las uniones también representan la habilidad para relacionarse: mientras más haya, menos dificultad tendrá esa persona en conocer a nuevas personas.
La inclinación, un factor a tener en cuenta

La inclinación de la firma también puede representar nuestra ambición y autoexigencia. Una firma que se inclina hacia arriba refleja a alguien que desea crecer y superarse, mientras que una inclinada hacia abajo demuestra resignación, apatía y cansancio.
Hay que cuidar las formas, siempre
Si las letras que componen tu firma son curvas, posiblemente signifique que tengas un mayor cuidado de las formas y lo estético. Esto no quiere decir que aquellos que escriban con leras puntiagudas sean descorteces, sino que probablemente tengan una tendencia más a favor de la energía, el orden y la disciplina.
Las mayúsculas y los adornos tienen mucho para decir

El tamaño de la mayúscula inicial generalmente es indicativa de alta autoestima, mientras que aquellas que son más pequeñas denotan humildad y respeto por el prójimo. Por otro lado, las rúbricas con las que decoramos nuestras firmas también pueden ser indicativas de la manera en la que nos relacionamos con desconocidos.
Si la firma tiene muchos adornos que la hacen parcialmente ilegible, es señal de autenticidad y originalidad, mientras que aquellas que son envolventes revelan una búsqueda de protección y cierta desconfianza frente a lo desconocido. Por último, el subrayado de la firma es muestra de seguridad y determinación.
La presión y la velocidad cuentan otra historia
Si el trazo es grueso y marcado, estaremos ante una persona apasionada con temperamento fuerte. En cambio, el trazo liviano indica una menor susceptibilidad al estrés y la tensión, producto de una personalidad más relajada y sensible.
¿Sabías qué dice la firma de tu personalidad? Sin dudas, una forma más de conocer una faceta que no siempre vemos en el día a día.









