Putin le concede la nacionalidad rusa a Steven Seagal

Puede que Steven Seagal sea mundialmente famoso por sus bizarras y maravillosas películas de acción y artes marciales irremediablemente noventeras, clásicos como Difícil de matar (1990), Señalado por la muerte (1990), Furia salvaje (1991) y Alerta máxima (1992), entre muchos otros títulos lanzados directamente en video, que hemos visto incontables veces en el cable disfrutando de sus sutiles movimientos para romper huesos enemigos casi sin esfuerzo.

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Pero su vida personal está plagada de otros detalles coloridos y curiosos.

Además de actor, productor, director y experto en artes marciales, Steven Seagal es un consumado guitarrista, que ha publicado dos álbumes, colaborado con reconocidos músicos como Stevie Wonder y Tony Rebel, y compuesto la música de varias películas.

Es también un oficial de policía y, aunque su rango es más bien nominal, se ha desempeñado intermitentemente como ayudante del sheriff en diferentes condados de Louisiana y Arizona a lo largo de dos décadas, faceta que se refleja en el reality show Steven Seagal: Lawman de A&E.

Finalmente hay que mencionar su incursión en el mundo empresarial, que lo ha llevado desde la promoción de una línea de “aceites terapéuticos”, pasando por la creación de su propia compañía, Steven Seagal Enterprises, que produjo su propia bebida energética, hasta la colaboración con una empresa rusa fabricante de armas, a la que representa en Estados Unidos.

Esta conexión con Rusia es la que ha marcado su amistad con Vladimir Putin.

Imagen Wikimedia Commons

En una entrevista en 2014, Seagal consideró a Putin “uno de los más grandiosos líderes mundiales vivos” y dijo que le gustaría “verlo como un hermano”.

Putin, probablemente fanático de sus películas, se hizo eco de sus declaraciones, y los dos trabaron amistad.

Una interesante nota en Vice, explica así esta curiosa amistad:

A primera vista, el bromance entre Vladimir Putin y Steven Seagal puede parecer algo extraño. Pero no son tan diferentes el presidente ruso y la estrella del cine de acción. Ambos nacieron en 1952. Ambos se coronaron como cinturón negro en sus respectivas disciplinas —octavo dan en Judo para Putin, séptimo dan en Aikido para Seagal— y ambos parecen decididos a probar sus grandes habilidades duramente obtenidas de maneras cada vez más vergonzosas y cuestionables, con demostraciones públicas que intentan afirmar su inexpugnable masculinidad al mundo y a ellos mismos. Si estás dispuesto a ignorar que uno representa un peligro mucho más grave (Putin es una seria amenaza para Ucrania, Seagal es meramente una amenaza al buen gusto), ellos son básicamente lo mismo. Su amistad estaba destinada.

Ahora, por fin, Putin ha convertido oficialmente a Steven Seagal en ciudadano ruso.

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El sitio oficial del Kremlin anuncia que “Vladimir Putin ha firmado una orden ejecutiva concediéndole la ciudadanía rusa a Steven Seagal”.

No sabemos cuáles son los requisitos y calificaciones necesarios para obtener la ciudadanía, pero en el caso de Steven Seagal su deseo y su insistencia parecen haber sido suficientes. Y su fama.

“Era su deseo” dijo el portavoz de Putin, Dmitry Peskov: “sus sentimientos de afecto hacia nuestro país son bien conocidos, y él nunca los ha ocultado... Al mismo tiempo, es un actor bastante famoso”.

Su fascinación por Rusia ya había sido plasmada en la película Driven to Kill (directo a DVD, 2009), en la que interpreta a un gángster ruso y tiene la posibilidad de ensayar su peculiar acento: