¿Puede una persona unirse a ISIS sin ser radical, extremista y sin desear el mal?

Mosul, una ciudad de Iraq, fue invadida hace 3 años por el Estado Islámico -también conocido como ISIS por sus siglas en inglés-. En los últimos meses, las fuerzas de ese país han logrado recuperar algunos barrios de la ciudad, aunque el terror sigue instalado en ellos.

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En la búsqueda por acabar con el terrorismo, la defensa de Iraq detuvo a siete miembros de ISIS. Mientras estaban aislados y esperando ser trasladados a una prisión de extrema seguridad, la CBC logró realizarles una entrevista. ¿Por qué se unieron a ISIS? ¿Qué hacían allí? Y esto fue lo que respondieron…

Unirse por una necesidad

Desde el medio de prensa accedieron a la casa y prisión provisoria de los detenidos. «La habitación en la que estaban los 7 hombres olía a heces y a olor corporal», escribió el sitio.

«Mi nombre es Huma Ibrahim, soy miembro de ISIS», dijo uno de los detenidos mientras tenía la cabeza inclinada y los ojos tapados. Huma fue uno de los dos detenidos que aceptó dar una entrevista. «Mi hermana tenía cáncer y no podía comprarle los medicamentos. Los visité -al Estado Islámico- y me dijeron: “ No te damos el tratamiento a menos que te unas a nosotros"». Por ese motivo decidió unirse a ellos.

Por otro lado, Qutaiba Salem -otro de los detenidos integrantes de ISIS- explicó que «solo me uní a ellos por dinero, para comprar medicina para mi madre». No obstante, el ambiente era tenso. Un policía de Mosul le gritaba y lo culpaba de que mentía. «El oficial le dio una palmada en la parte posterior de la cabeza un par de veces», explicó la CBC. «Yo no vi nada, juro que solo trabajaba en la cocina», explicó Salem. Según su relato, trabajó dos años en la cocina de una casa de 5 combatientes de ISIS.

Quizá el policía tenga razón, los combatientes están mintiendo. Pero lo cierto es no son los únicos combatientes que argumentan estar por razones económicas.

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Motivos que encuentran para unirse a ISIS

Imagen Shutterstock

Por supuesto, hay miles de personas que se unen al Estado Islámico porque comparten sus «valores», sus posturas y su forma de actuar frente a las «injusticias». Sin embargo, muchas personas y, sobre todo jóvenes, se unen a este grupo terrorista por lo que les puede ofrecer.

La situación de Medio Oriente es bastante compleja. Hay frustraciones, guerras, problemas sociales, políticos y, a veces, problemas económicos; hay, también, gobiernos dictatoriales y un sentido de pertenencia bastante afectado. Hay países con territorios delimitados, otros que no conocen sus fronteras. Hay sociedades que perdieron su territorio o quizá nunca lo tuvieron (por ejemplo, los kurdos). Y entre todo este conflicto, entre todos los problemas, viene un grupo y te garantiza una salida a esos problemas, te da una «identidad», te regala una cultura y hasta un territorio. Pero no solo eso, te da trabajo y te paga un buen salario. A muchos jóvenes en esa situación les resulta difícil decir que no ante tan interesante propuesta.

Desde el Estado Islámico saben que eso es suficiente para atraer a más seguidores pero no alcanza para que se queden para siempre. Para eso es necesario «adoctrinarlos». Por este motivo ha creado un verdadero Estado donde no solo les enseñan el islam radical y los principios que tienen, sino que le dan una atención y un soporte durante todos los días del año.

Este Estado tiene servicios sociales, además de trabajos y también tiene arte para que sus seguidores encuentren un lugar donde divertirse. «ISIS se esfuerza por ofrecer a sus seguidores un rico universo cultural en el que pueden sumergirse, incluyendo la música, la poesía y la interpretación de los sueños», explicó el New York Times.

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Si bien el Estado Islámico tiene seguidores que comparten sus principios, hay otros que llegan al grupo por necesidad y son adoctrinados para compartir esos ideales.

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