¿Por qué siempre hay una fila larguísima en el baño de mujeres? Aquí tenemos una explicación histórica

Los chistes sobre las mujeres y sus apocalípticas filas para ir al baño los entienden en cualquier parte del mundo. Hay quienes piensan que es culpa de la vanidad de las mujeres o su pasión por contar chismes en la privacidad del “tocador”.

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Este fenómeno sí tiene una explicación y está muy lejos de ser una decisión consciente de las mujeres. La periodista y activista Soraya Chemaly explicó en un artículo que la verdadera razón por la que prefieras aguantarte hasta llegar a tu casa no sólo es biológica, sino también un reflejo del sexismo que ha oprimido a las mujeres por años.

A continuación te damos un resumen de las 4 causas principales por las cuales las filas para entrar al baño de mujeres son larguísimas:

#1 Anatomía

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Las mujeres tienen una vejiga más pequeña porque sus cuerpos necesitan más espacio por su aparato reproductor. Ese espacio se necesita en caso de un futuro bebé. Así que por ende las mujeres corren al baño más seguido que los hombres. ¡Y ni se diga cuando están embarazadas, con un niño presionando la vejiga!

El hecho de que sea más cómodo orinar sentadas que de pie también es un factor importante por el espacio que ocupan los cubículos frente a los urinales. Lo que nos lleva al aiguiente punto...

#2 Arquitectura y discriminación

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El espacio destinado a construir baños de hombres y mujeres suele ser el mismo y ese es un problema. Los mingitorios ocupan menos espacio que un cubículo con escusado, por lo tanto en el mismo lugar caben más estructuras para orinar de pie que para hacerlo sentado. El resultado: a los baños para hombres les caben un 20 o 30 % más de personas.

Otra causa importante se encuentra en la discriminación hacia la mujer. Cuando las mujeres no tenían acceso a cualquier trabajo que desearan ni a la educación, “no tenía sentido” que hubiera baños para mujeres en esos lugares. Así que, cuando al fin se obtuvieron estos derechos, el género femenino se vio frente a un nuevo problema: no había dónde orinar.

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Los sitios que fueron adaptados para ello o estaban muy lejos o su tamaño era insuficiente, como sucedió en la Escuela de Leyes de Harvard.

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#3 Roles sociales

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Por estereotipos sociales, las mamás son quienes se encargan de llevar a los hijos pequeños cuando deben hacer del 1 o del 2. Ya sea para cambiar pañales o para vigilarlos porque aún están aprendiendo, esta tarea aumenta el tiempo que una mujer debe permanecer en el baño.

#4 Vestimenta

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Hasta la ropa ocasiona que las mujeres se tarden más en el baño. Mientras que un hombre prácticamente sólo se baja el cierre del pantalón, una mujer debe desnudar la mitad de su cuerpo para orinar. Y eso sin contar el tiempo que toma limpiar la rueda del escusado si es que está sucia o sostener la puerta del cubículo cuando no cierra bien.

Investigadores de la Universidad de Ghent realizaron un estudio para encontrar una solución a las larguísimas filas. En su análisis descubrieron que todos estos factores aumentan en un 50 % el tiempo que se la pasan las mujeres en el baño en comparación con los hombres.

La propuesta de este trabajo fue que por cada dos urinales para hombres se construya un cubículo para mujeres. Aunque esta idea sigue favoreciendo al sexo masculino, esta simple medida disminuiría el tiempo de la fila un 63 %.

¿Tú sabías que existen tantos factores detrás de las eternas filas para entrar al baño de mujeres?

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