¿Por qué los libros viejos huelen bien? Esto es lo que dice la ciencia
Para algunas personas (y me incluyo) uno de los olores más agradables que existe es el de los libros viejos. Tomar un libro de hace varios años, abrirlo por la mitad y acercarlo a tu nariz para aspirar su aroma es una experiencia deliciosa. Si alguna vez te has preguntado por qué las publicaciones antiguas huelen rico, aquí te lo explicamos.
Primero partimos de lo lógico: los libros están elaborados con papel, el cual está hecho con fibras vegetales molidas. Esas fibras vegetales contienen una sustancia llamada lignina, que es uno de los polímeros orgánicos más abundantes en el reino vegetal.
La lignina es muy importante en la formación de paredes celulares, especialmente en la madera y la corteza de los árboles, y en el tallo de las plantas. Este polímero ayuda a que los troncos y los tallos sean rígidos y no se pudran con la humedad del entorno.
Al transformar las fibras vegetales en papel, sus compuestos químicos (incluida la lignina) poco a poco se van oxidando y provocan que el papel se vuelva amarillento y su olor cambie. Debido a que la lignina está formada por agua y azúcares, su oxidación provoca la creación de compuestos aromáticos, que son los causantes de que el papel viejo desprenda un olor ligeramente dulce. ¿Y por qué el olor es rico y dulce? Pues porque la lignina es algo como “prima hermana” de la vainilla, cuyo aroma resulta agradable para la mayoría de las personas.
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