Es una tendencia relativamente general que las mujeres tengan más frío que los hombres. No es mi caso personal y, de hecho, me sucede todo lo contrario. Pero es cierto que, en general, las mujeres usamos más abrigo, siempre queremos prender el aire acondicionado o nos pegamos a la estufa cuando hace mucho frío.
¿Por qué las mujeres tienen más frío que los hombres?

Si investigamos un poco en internet encontramos algunas posibles explicaciones para este fenómeno, ¿pero cuál es exactamente el motivo por el cual las mujeres parecen sufrir más frío que los hombres? Veamos que tienen para decir los científicos al respecto.
¿A qué se debe la diferencia de temperatura entre hombres y mujeres?

A nivel biológico, el cuerpo de hombres y mujeres es bastante diferente. Si bien la temperatura corporal normal es de aproximadamente 37 grados Celsiuis para hombres y mujeres, las diferencias fisiológicas entre sus sistemas circulatorio y endocrino parecen ser las responsables de que unos y otros perciban la temperatura exterior de forma diferente. Sin embargo, también se debe considerar diferencias de otro tipo, como la edad, el estado de salud, el tipo de actividad física, etc.
A pesar de que nuestra temperatura interna se mantiene relativamente constante cerca de los 37 grados, sentimos frío y calor en nuestras extremidades a lo largo del día en función de las condiciones climáticas. Y ello tiene una explicación evolutiva: el ser humano es un animal originario del ecuador geográfico y no está naturalmente preparado para soportar temperaturas menores a las que hay allí.

- Ver también: «¿Qué es la grasa marrón?»
Nuestras extremidades son las principales responsables de la percepción de la temperatura externa, por lo tanto para explicar las diferencias entre hombres y mujeres en ese aspecto, los científicos se concentraron en analizar, efectivamente, las diferencias entre las extremidades de hombres y mujeres. En particular, los científicos se enfocaron en dos aspectos: el sistema circulatorio y la distribución de la grasa corporal.
Las mujeres tienen la grasa externa distribuida de manera más uniforme que los hombres, lo cual favorece un tipo de circulación sanguínea más eficiente para mantener los órganos a una mayor temperatura de manera constante. Las mujeres tienen menos masa muscular y menos grasa corporal, por lo tanto, para mantener sus órganos a una temperatura saludable deben destinar más energía a ellos, lo cual necesariamente implica que sus extremidades reciban menos calor.
Entonces es cierto: las mujeres somos más sensibles al frío que los hombres, pero es porque logramos mantener mejor el calor corporal.
- También te puede interesar nuestro artículo: «¿Sabías que existen flacos obesos y gordos saludables? ¿Cómo es posible?»









