¿Por qué la música es capaz de enloquecer multitudes?

En los años 60, la llegada de los Beatles a Estados Unidos tuvo una acogida extraordinaria y sus temas escalaron los medios del momento, ubicándose en los primeros lugares del gusto popular. Un fenómeno llamado Beatlemanía provocó llantos y desmayos en las multitudes ante Los Beatles. ¿Por qué hay artistas capaces de enloquecer a la gente? Es una buena interrogante que puede extenderse a otras estrellas del pop actual, y cuya respuesta hoy nos acerca a las neurociencias. 

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¿Por qué nos gusta la música?

Lo primero que hay que saber es que los seres humanos en sentido general disfrutamos de la música, es una de las sensibilidades naturales que podemos apreciar en los bebés incluso desde edades muy tempranas.

A diferencia de los sonidos controlados, la música provoca cambios físicos y emocionales en nuestros sistemas límbico, paralímbico y en las zonas cerebrales medias. Dichas regiones son centros de gozo y placer, al igual que lo son los caminos neuronales que reconocen los alimentos, los estímulos sexuales o, incluso, las drogas.

Pero resulta que el sistema límbico, a su vez, se comunica con el hipocampo y con la corteza prefrontal, áreas implicadas en el aprendizaje y en la toma de decisiones. Es por eso que tenemos diferentes gustos musicales de acuerdo a nuestras preferencias personales.

Llanto y desmayos de los fans

Llantos y desmayos son comunes. La explicación básica es que nuestro cerebro suele tener este tipo de reacciones ante emociones fuertes o inesperadas. El sistema nervioso involuntario se divide en simpático y parasimpático. El primero activa el cuerpo ante situaciones de estrés (sudamos, el pulso se acelera), el segundo lo calma.

Pero, al mismo tiempo, este último está conectado a las glándulas lagrimales, así que si tiene lugar una reacción fuerte la persona puede comenzar a llorar. Es la razón por la cual se producían llantos en muchos fans.

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En algunos individuos, la activación del sistema parasimpático se acompaña de un bajón de presión, que deriva del ensanchamiento de las venas y una disminución del pulso. De ahí los frecuentes desmayos.

No se puede negar que The Beatles fueron una banda fenomenal que influyó en la música y la cultura de todos los tiempos. Pero no por ello es menos interesante entender los fenómenos neurológicos que explican por qué lloraban y se desmayaban las multitudes ante ellos, y que puede extenderse a muchos otros músicos.