¿Por qué es tan importante recordar hoy a Martin Luther King Jr.?

“Martin Luther King Jr.” es un nombre familiar para muchos de nosotros; por fortuna, solo un grupo muy reducido ignora a esta valiosa figura. No obstante, solo también un grupo reducido es consciente de lo que significó para la comunidad afrodescendiente de Estados Unidos y del mundo. 

PUBLICIDAD

Él tenía un sueño, como manifestó en su discurso más poderoso. ¿Cuál era?

“Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por la fortaleza de su carácter”.

El ejemplo de este gran hombre inspiró a muchísimas personas e impulsó importantes avances. Pero ya pasaron 88 años desde su nacimiento y su sueño todavía no se ha cumplido. Es por eso que necesitamos volver a tenerlo presente. Debemos trabajar para cumplir sus sueños que, en cierta medida, también son los nuestros.

El sueño incumplido (pero totalmente alcanzable)


discurso-tengo-un-sueno2.jpg

La discriminación racial era su principal preocupación: los afrodescendientes eran maltratados, ignorados y tratados como una raza inferior -así como muchas otras minorías-. En este sentido, sin duda se avanzó muchísimo en la igualdad, sobre todo, luego del famoso discurso “Yo tengo un sueño”.

PUBLICIDAD

Sin embargo, la  discriminación racial es todavía una realidad. En Estados Unidos, por ejemplo, decenas de personas de tez oscura son asesinados por policías por considerarlos “peligrosos”, aun cuando no han hecho nada por merecer tal etiqueta

Todavía hoy en Estados Unidos hay discriminación hacia la comunidad LGBTI -aunque durante la presidencia de Barack Obama se haya legalizado el matrimonio entre homosexuales-. Los mexicanos y otros inmigrantes siguen siendo mal vistos en este país por ser latinos. Y ese pensamiento discriminador incluso se está potenciando con la llegada de Donald Trump. Pero no lo olvidemos: Estados Unidos es tan solo un mero reflejo de lo que sucede en el resto del mundo.

Vivimos en un planeta cargado de xenofobia. Este sentimiento está aquí, presente, e impide que todos -tanto los discriminados como los discriminadores- disfruten de una vida digna.

Por todos estos motivos, el sueño de Martin Luther King Jr. todavía   no está cumplido. Aún quedan muchas barreras por sortear y si continuamos respaldando a aquellos que tan solo quieren destacar la xenofobia -léase Donald Trump o cualquier otro- seguirá siendo imposible de cumplir.

Quedan más derechos por conquistar, quedan más desigualdades que sortear, quedan discriminaciones por abolir. Queda, y solo con trabajo y compromiso lograremos cumplir el sueño de Martin Luther King Jr . Su sueño y el de todos nosotros.

PUBLICIDAD

Sigue leyendo:  Un hombre va a prisión por defender la autonomía de las mujeres en Arabia Saudita

El poder de las palabras, la debilidad de la violencia

Imagen Wikimedia Commons

Si hay algo que demostró Martin Luther King Jr. es que el arma más poderosa es la palabra. Su manera de generar tensión y de que las personas pensaran, cambiaran y actuaran fue a través de las palabras. Así lo demostró en la “Carta desde la cárcel de Birmingham”.

“Tratar de crear una crisis tal, y de originar tal tensión, que una comunidad que se ha negado constantemente a negociar se vea obligada a hacer frente a este problema. Tratar de dramatizar tanto la cuestión, que ya no puede ser desconocida bajo ningún concepto. (...) No he dejado nunca de oponerme a la tensión violenta, pero existe una clase de tensión no violenta constructiva, necesaria para el crecimiento”.

Y eso es quizá lo que lo diferenció de los demás: el hecho de que para conseguir sus ideales, para luchar por ellos no recurrió a la violencia. Y eso es lo que no está sucediendo hoy en día: quienes desean luchar por sus convicciones lo hacen a través de la violencia, del terror, de los insultos.

Olvidamos que la mejor forma de actuar es a través de las palabras y de la convicción de nuestras ideas sin desprestigiar al otro y a sus pensamientos.

Ver los sueños convertirse en pesadillas

Dos años después de su discurso “Tengo un sueño”, en una Iglesia Bautista de Atlanta explicó que ese sueño que tanto anhelaba se estaba convirtiendo en una pesadilla. ¿Por qué? Porque comprendía que las desigualdades estaban presentes en todos. Él ya no quería luchar solo por aquellas personas de raza negra. Quería luchar por todas las desigualdades que existían en Estados Unidos.

“He visto como mi sueño se hizo pedazos mientras caminaba por las calles de Chicago. Veo negros, veo hombres, veo mujeres, veo jóvenes con una desesperanza por no encontrar trabajo. Veo cómo mi sueño se destroza. He visto a personas blancas con personas negras que vivían en la pobreza. Y estoy preocupado por la pobreza de ambos”.

Pienso en todo lo que Luther King veía por su ciudad, las personas en la calle sin tener qué comer ni dónde dormir y a mi mente se me viene una potente imagen: la de todos los refugiados que están hoy luchando por su vida, por encaminarla y por volver a recobrar todo lo que perdieron. Sí, hoy el desempleo es significativo en muchos lugares, pero particularmente en quienes tuvieron que dejarlo todo para sobrevivir. También las mayores desigualdades y las más grandes miserias.

PUBLICIDAD

Queda mucho por hacer. Quedan muchos obstáculos por vencer. Pero podemos cumplirle el sueño a Martin Luther King. Podemos cumplir nuestro sueño:  solo hace falta trabajar más.

Otro hombre inspirador:  El mayor legado de George Michael no fueron solo sus canciones, sino su gran aporte a la comunidad LGBT